Las imágenes de las Cataratas del Iguazú con el caudal más bajo del año, registradas los días 9 y 10 de junio, resumen la severa sequía que enfrenta el estado brasileño de Paraná desde hace más de un año.
Además de los cambios en
el escenario natural y los efectos en la vida cotidiana de la población, la
sequía está provocando cuantiosas pérdidas económicas al Estado que pueden extenderse
hasta fines de 2021.
Las
regiones más afectadas por la falta de lluvia se encuentran actualmente en
situación de emergencia hídrica, con restricciones de suministro en algunas
ciudades.
Además del paisaje seco,
que comprometen el punto turístico más importante de Paraná y las ventas de los
comercios locales, las pérdidas se concentran principalmente en la agricultura.
Otros sectores afectados
son la producción de leche y hortalizas, actividades desarrolladas
fundamentalmente por pequeños productores.
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