domingo, 15 de agosto de 2021

Humano y chimpancé comparten el 99% del ADN. “Ahora se explican muchas cosas, hay quienes aun viven en la selva”

 


Un consorcio internacional, con participación española, compara los genomas de ambas especies. El primer estudio del genoma completo del chimpancé y su comparación con el humano representan un tesoro de información sobre la biología humana y los mecanismos de la evolución, aseguraron ayer los científicos del Consorcio Internacional para el Genoma del Chimpancé al presentar el trabajo que publica la revista Nature. 




Esta investigación concluye que los chimpancés y los humanos tienen en común casi el 99% de la secuencia básica del ADN. Trabajos anteriores han fijado en seis millones de años el tiempo que llevan evolucionando por separado chimpancés y homínidos (el único superviviente de los últimos es el Homo sapiens actual).




Los científicos del consorcio se han fijado sobre todo en las diferencias entre los genomas y así han encontrado regiones en el genoma humano -algo más de 50 genes- que podrían encerrar la esencia de lo humano, ya que muestran huellas clarísimas del proceso de selección natural, base de la evolución. En estas regiones, que han estado sometidas a una evolución acelerada en la historia reciente y que en los chimpancés se encuentran completamente inactivas o fragmentadas, se van a fijar a partir de ahora para intentar establecer la base genética de los rasgos intrínsecamente humanos, como es el lenguaje. 




En cualquier caso, los científicos admiten que quedan muchas respuestas por encontrar y que "probablemente sólo un pequeño grupo de las diferencias observadas es responsable de los cambios en la morfología, fisiología y complejidad de comportamiento entre humanos y chimpancés". Sutiles cambios en el control de los genes durante el desarrollo pueden explicar llamativas diferencias anatómicas entre ser humano y chimpancé.



La diferencia entre ambas secuencias de ADN es de poco más del 1% y el número de genes es casi el mismo -unos 25.000-, pero el tipo de cambios encontrados permite apuntar líneas de investigación para resolver el origen biológico del lenguaje o del andar erguido. "Lo que nos hace humanos no es la aparición de nuevos genes. Sólo hemos duplicado, cambiado o incluso perdido algunos en los últimos seis millones de años, momento en el que nos separamos de los chimpancés", señala el catedrático Carlos López Otín, participante en la investigación.

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