miércoles, 27 de octubre de 2021

SEPAMOS mas de los alimentos QUE NO CADUCAN- o casi…,

 En ocasiones nos deshacemos de algunos alimentos que llevan mucho tiempo en la despensa sin saber que es probable que estemos ante productos que no caducan nunca. Ante la duda, sin embargo, lo mejor es “respetar siempre la fecha de caducidad que figura en el etiquetado para no correr ningún tipo de riesgo. Estos son algunos de los alimentos que podemos almacenar durante largo tiempo, siempre que se conserven debidamente, sin temor a que se echen a perder.



Sal: La lógica nos dice que si hay un producto en la despensa que podemos comprar al por mayor sin que se estropee ese es, por encima de todos, la sal. “Es el conservante natural por excelencia, el que se ha usado toda la vida antes de que existiesen los métodos de conservación que tenemos ahora, en salmueras o salazones”, explica Pérez.

Por su parte, el nutricionista de Medicadiet, Álvaro Sánchez, recuerda que es fácil superar el consumo máximo de sal recomendado al día, que es de 2,5 g. “Si bien es cierto que la sal es fundamental para mantener una buena salud cardiovascular, también lo es que teniendo en cuenta que los propios alimentos ya contienen sobre 1 g, es fácil superar el máximo recomendado si no vamos con cuidado con la cantidad que añadimos a las comidas”. Por tanto, es conveniente acostumbrar al paladar a consumir cada vez menos sal y evitar los productos ultraprocesados, que suelen contener grandes cantidades de sal añadida.

Chocolate negro: Siempre que se mantenga en un lugar fresco y seco y no se someta a oscilaciones térmicas que podrían dañar su composición, el chocolate negro no caducará. Pérez recomienda “consumirlo siempre a partir de un 82% de cacao”. Pese a que no es conveniente abusar de su consumo, la coach nutricional Susana León explica que “una onza al día puede ser incluso beneficiosa gracias a los flavonoides, que tienen un efecto cardioprotector”. La nutricionista recuerda no superar una onza diaria, “porque aunque el chocolate sea negro también contiene grasas y azúcares” y señala que, si nos ceñimos a estas cantidades, “nos pone de muy buen humor, ya que liberamos serotonina al consumirlo”.



Azúcar: Si se mantiene alejado de la humedad, el azúcar no caduca, aunque Sánchez insiste en que su consumo no es nada recomendable e insta a “ir acostumbrando progresivamente al paladar al sabor de los alimentos sin endulzar”. Para ello recomienda evitar también los productos edulcorados y reducir progresivamente la cantidad de azúcar que añadimos a determinadas comidas (yogures, cafés, infusiones…) hasta que el paladar se vaya acostumbrando a su sabor original.

Especias: Si bien son poco perecederas, siempre que se conserven debidamente en tarritos de cristal cerrados herméticamente, no conviene conservar especias durante demasiado tiempo ya que “lo que sí ocurre es que van perdiendo su aroma y su sabor”.

Café: “Si el café recién molido viene en bolsas totalmente opacas, por algo será”, explica Pérez, que recomienda almacenarlo siempre, ya sea molido o en grano, lejos de la luz y la humedad. La nutricionista recuerda que el café no debe guardarse nunca en la nevera, ya que pierde su aroma.

Vinagre: Como ocurre con la sal, el vinagre es un conservante natural que podemos guardar durante largo tiempo sin miedo a que se eche a perder. En el caso de que tengamos alguna duda, siempre podemos descartar su uso culinario y utilizarlo para limpiar, pues es un potente desinfectante. Otro producto de características similares al vinagre, que si bien sí que caduca tiene una vida muy larga, es la salsa de soja, cuya fechas de caducidad suelen rondar los tres años siempre que se conserve debidamente.

Legumbres: Si bien es cierto que no se van a echar a perder, las legumbres pueden acabar endureciéndose con el paso del tiempo, lo que nos obligaría a someterlas a cocciones más largas, de manera que Pérez no recomienda almacenarlas en la despensa. “Lo mejor que podemos hacer si nos gusta consumir legumbres a menudo es poner a cocer una buena cantidad, escurrirlas convenientemente y congelarlas para ir incorporándolas progresivamente a los diferentes guisos”.

De hecho, las legumbres son tan versátiles como recomendables, pues no solo funcionan en ensaladas o guisos de cuchara, sino también en patés o hummus. León, por su parte, recomienda combinarlas en la medida de lo posible con alimentos que contengan vitamina C, “ya que esta vitamina favorece la absorción del hierro presente en las legumbres”.

Arroz y pasta: Siempre que se conserven en tarros de cristal bien cerrados, el arroz y la pasta no caducarán. Es importante mantenerlos en un lugar fresco y seco, alejados de la humedad y sin cambios sustanciales de temperatura.

Aceite de oliva: Podemos conservarlo hasta dos o tres años, aunque es importante tener en cuenta que “probablemente pierda aroma y densidad, aunque nunca nutrientes”, explica Pérez. Así pues, aunque sus propiedades nutricionales se mantengan intactas, las organolépticas, como ocurre con las especias, se ven deterioradas por el paso del tiempo, de manera que conviene no conservarlo durante un tiempo muy prolongado en la despensa, ni siquiera si es fresca y alejada de la humedad.

Miel: Su alto contenido en azúcar ocasiona que los microbios y bacterias no proliferen, se recomienda su uso ocasional como endulzante en sustitución de “cualquier edulcorante que no sea stevia pura y, por supuesto, de azúcar tanto refinado como moreno”. Si optamos por una miel de calidad, “que no contenga agua y azúcares como es el caso de muchas de producción industrial”, la miel puede ser consumida en cantidades muy moderadas, aunque los nutricionistas insisten, como en el caso del azúcar, en que “lo ideal es tratar de acostumbrarnos progresivamente al sabor natural de los alimentos”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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