lunes, 17 de enero de 2022

Acuerdo China/Argentina para producir millones de toneladas de carne de cerdo y millones de dólares ¿pero a costa de QUE?

 

¿OTRA PANDEMIA? IMPLICACIAS PARA LA SALUD HUMANA

LAS ZOONOSIS o enfermedades de los cerdos que afectan humanos

Los cerdos son considerados potenciales reservorios para las nuevas enfermedades humanas y han sido implicados en la reciente aparición de la pandemia de gripe H1N1 entre otros. La industria moderna de la cría del cerdo y el comercio internacional favorecen la transmisión y propagación de muchos agentes infecciosos. Existen un gran número de enfermedades del cerdo que pueden ser transmitidas a los humanos y en los últimos años se ha visto que algunos virus son capaces de saltar la barrera interespecie.




Entre las zoonosis relacionadas con el ganado porcino, cabría destacar:

-Encefalitis japonesa. La encefalitis japonesa es una enfermedad transmitida mediante la picadura de mosquitos que produce encefalitis grave en equinos y humanos, y causa en el ganado porcino camadas reducidas y a menudo encefalitis congénita. Es la encefalitis vírica más importante en Asia y se calcula que ocasiona al menos 50 000 casos al año, principalmente en niños menores de 10 años, y produce alrededor de 10 000 fallecimientos y 15 000 casos que sufren secuelas neuropsiquiátricas a largo plazo. Están especialmente expuestos los criadores de cerdo y sus vecinos, en áreas endémicas en un radio de 2 km.

-Encefalomiocarditis. La encefalomiocarditis viral del cerdo es una enfermedad infectocontagiosa que puede tener una repercusión muy importante en el ganado porcino, ciertos animales y en la especie humana.


-Hepatitis E. Algunas cepas circulan entre el ganado porcino y se transmiten esporádicamente a las personas por contacto directo o por el consumo de alimentos procedentes de ellos. También es posible la transmisión indirecta por contacto producida a través de la exposición a purín de cerdo infectado con el virus. Las hepatitis E que suceden en nuestro medio no suelen presentar gran trascendencia clínica, exceptuando los casos puntuales de hepatitis fulminante y de infecciones crónicas en pacientes inmunodeprimidos o trasplantados. Los casos autóctonos de hepatitis E están aumentando en los últimos años.

-Influenza porcina. Los virus de la gripe humana pueden ser trasmitidos a los cerdos por personas que estén en contacto directo con ellos y también a la inversa. El cerdo es capaz de desarrollar nuevos virus influenza al infectarse por otros virus porcinos, aviares y/o humanos.




-Enfermedad de Aujeszky. La Enfermedad de Aujeszky está producida por el Herpesvirus porcino tipo I y cursa con un cuadro clínico nervioso, respiratorio o reproductivo dependiendo de la cepa del virus, la edad del animal y la dosis infectiva. La morbilidad y mortalidad en brotes epidémicos es muy alta, sobre todo en lechones y animales de cebo, causando abortos en una alta proporción de hembras que estén gestantes en el momento de la infección.

-Rotavirus (tipos A-B-C). La infección por rotavirus está ampliamente distribuida en cerdos en todo el mundo, observándose más frecuentemente en cerdos de 1 a 4 semanas de edad y permaneciendo el virus en las heces hasta tres semanas después de la infección. Los virus del grupo A son los más comunes y se asocian con la gastroenteritis en diversas especies de mamíferos y aves, el grupo B se asocia con brotes en adultos en Asia y el grupo C es responsable de casos esporádicos de diarrea en niños en todo el mundo. Clásicamente se consideraba que los rotavirus porcinos solo infectaban a esta especie, pero en los últimos años, los rotavirus B y C se han relacionado con episodios de diarrea en cerdos y humanos en Brasil y otros países de Europa.


-Norovirus. Las infecciones por Norovirus (virus tipo Norwalk) ocurren durante todo el año y causan enfermedad en todas las edades. La enfermedad en general es leve, pero también se dan casos graves que ocasionan incluso la muerte del individuo, especialmente en grupos de riesgo como ancianos o inmunodeprimidos. Se ha señalado que la transferencia de virus animales a los humanos pudiera producir una infección más grave. Se desconoce el modo de transmisión, se cree que puede relacionarse con la ingesta de carne de cerdos infectados

-Sapovirus. Son importantes patógenos entéricos que pueden causar diarrea en humanos, cerdos y visones. Algunas cepas porcinas han mostrado relación genética con el ser humano, lo cual sugiere la posibilidad de circulación del virus entre humanos y cerdos. La más alta prevalencia se ha encontrado en lechones entre 2 a 8 semanas.


La Salmonella. La Salmonella es la causa mayoritaria de intoxicaciones alimentarias en España. Salmonella typhimurium se asocia con diarrea en cerdos jóvenes y con gastroenteritis en el hombre. Se transmite a través de la vía oral, por contacto con heces de animales infectados. La Salmonella es resistente al pH del estómago y a las sales biliares y coloniza el intestino delgado invadiendo los ganglios linfáticos mesentéricos, provocando una infección localizada. Así, la carne del ganado porcino se presenta como uno de los reservorios fundamentales de infección en el hombre.

-Escherichia coli. Algunas cepas de E. coli productoras de toxinas, llamadas vero-toxinas o toxinas de tipo shiga, pueden causar cuadros gastrointestinales graves en el ser humano. Los cerdos pueden ser reservorio de esta bacteria, sin presentar enfermedad, pero eliminando las bacterias por las heces. Éstas sobreviven durante meses en el estiércol y purines contaminando las aguas superficiales (bebida y riego) y la superficie de las tierras de cultivo. Las bacterias pueden transmitirse al hombre a través de los alimentos por una inadecuada higiene en las granjas, por contacto directo con animales o a través de la transmisión persona a persona, sobre todo en el ámbito familiar, escolar y de centros de atención de personas.

-Equinococosis-hidatidosis. La hidatidosis humana es endémica en España (y en Argentina). El cerdo es un hospedador intermedio en el cual se desarrolla la forma larvaria. La puerta de entrada en el ser humano es la vía oral, a través de la ingesta de los huevos, en forma de alimentos o bebidas, especialmente aguas contaminadas.

-Taenia solium- cisticercosis. También endémica en España, la taeniasis es el nombre de la infección intestinal causada por gusanos adultos y la cisticercosis es el nombre de la infección de tejidos (además de intestinal), causada por la larva del gusano. La parasitación ocurre por consumo de carne de cerdo cruda o parcialmente cocida.

-Trichinella spiralis. Gusano intestinal redondo cuyas larvas pueden migrar del sistema digestivo y formar quistes en varios músculos del cuerpo. La prevalencia general de la triquinosis en los cerdos destinados al consumo humano es baja y suele darse en animales criados en sistemas poco controlados.

 -Toxoplasma. La toxoplasmosis es una enfermedad zoonótica que infecta a humanos y que se relaciona con la ingesta de carne de cerdo cruda o poco cocinada.

Las moscas.

La presencia de moscas en las granjas de cerdos puede actuar como vector de transmisión de enfermedades. La acumulación de purines hace que la presencia de moscas y otros insectos en las granjas porcinas sea algo normal. Las moscas no son tan sólo una molestia; son portadoras de enfermedades que plantean un serio riesgo sanitario a personas y animales. Las moscas no picadoras provocan una irritación continua al alimentarse de las secreciones de los ojos, nariz y pequeñas heridas de los animales domésticos. Esto les distrae de comer, causando una reducción en el crecimiento y productividad. 


Las moscas no picadoras pueden actuar como vectores mecánicos de un amplio abanico de patógenos, y se han relacionado con la transmisión de más de 65 enfermedades en seres humanos, incluyendo multitud de enfermedades entéricas, fiebre tifoidea, disentería, poliomielitis, enfermedades oculares, carbunco, tularemia, lepra y tuberculosis. Cuando las poblaciones de moscas alcanzan proporciones de plaga en zonas próximas a núcleos humanos y rurales, sobre todo en presencia de un caldo de cultivo propicio como pueden ser los vertidos de purines, representan un serio riesgo sanitario y ambiental importante para la comunidad.


Los mosquitos.

Los purines son focos de proliferación de mosquitos, de la especie común, de sus variantes y de la especie tigre (aedes albopictus). Se ha confirmado la presencia extendida del mosquito tigre asiático en las provincias del litoral oriental español (Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia). Este mosquito puede transmitir enfermedades como el ‘zika’, el dengue y el ‘chikungunya’, todavía no documentadas en el territorio español. El mosquito tigre suele picar en las zonas más próximas al suelo, y es atraído entre otras cosas por el sudor y los olores fuertes. Los excursionistas y caminantes, entre otros, cerca de las balsas de purines o en terrenos ricos en purines deben tomar precauciones.


Los roedores.

Los roedores causan graves daños en las explotaciones porcinas, comprometiendo la seguridad agroalimentaria, deteriorando las instalaciones y poniendo en riesgo la salud pública, ya que son portadores de enfermedades que afectan al hombre y a los animales (salmonelosis, toxoplasmosis, leptospirosis, triquinosis, parasitosis, etc.). Los roedores son eliminados del interior de las instalaciones porcinas, sistemas de saneamiento y otras estructuras interiores, pero en la red de alcantarillado o en las conducciones de purín el criterio es menos restrictivo. Las ratas a menudo viven en las granjas porcinas porque ahí tienen fácil acceso a alimentos. Los roedores actúan también como vectores o reservorios de muchas enfermedades a través de sus ectoparásitos, como pulgas, garrapatas, piojos y ácaros, y de los mosquitos.

 

 

El Ministro Felipe Sola y su Secretario de Relaciones Económicas Jorge Neme avanzan en un acuerdo con China asegurando que Argentina es pionera «en el cuidar ambiente» y en esa línea se apoyan en los trabajos de Aapresid que envenenan a mas de 12 millones de compatriotas con sus fumigaciones de agrotóxicos. Aquí información sobre los peligros de las macrogranjas porcinas.

En 2018 China sufrió un fuerte brote de Peste Porcina Africana producido por el virus Influenza G4 EA H1N1 altamente contagioso en los cerdos (y que podría mutar para infectar humano). Para evitar su propagación en ese país, se estima que se habrían sacrificado aproximadamente entre 180 y 250 millones de cerdos, perdiendo más de 20 millones de toneladas de producción. Su consumo interno ronda los 54 millones de toneladas por año y calculan que tendrán déficit de carne de cerdo para proveer a su población por al menos 8 años.

En este contexto, el 6 de julio pasado la cancillería argentina difundió la comunicación entre el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Felipe Solá, y el Ministro de Comercio de la República Popular China, Zhong Shan, donde se anuncia una “asociación estratégica” entre ambos países, referida a la producción de carne porcina y se anuncia una “inversión mixta entre las empresas chinas y las argentinas” para “producir 9 millones de toneladas de carne porcina de alta calidad”, lo que “le daría a China absoluta seguridad de abastecimiento durante muchos años”.

Argentina cuenta actualmente con 395.000 madres que generan 750.000 toneladas de carne y exportamos 40.000 toneladas por año.  Llegar a exportar 9 millones de toneladas requiere multiplicar la capacidad de exportación en más de 200 veces.

Según Clarín el memorándum contempla una primera etapa de 3 años con la generación de 20 macrogranjas de cerdos que implica una inversión de 2.700 millones de dólares para generar exportaciones por US$ 2.000 millones por año.

Una segunda etapa contempla una inversión a ocho años que llegaría a US$ 27.000 millones con 200 macrogranjas tecnificadas y exportaciones hasta por US$ 20.000 millones por año (recordemos que las ventas por granos y aceites a China actualmente no superan los 10.000 millones por año).

Una verdadera trasformación agropecuaria  parece acercarse a nuestras  tierras y para comenzar a comprender la amenaza sanitaria y ambiental es que reproducimos este estudio de la doctora española Ángela Prado Mira, titulado: Riesgos para la Salud Pública relacionados con la instalación de Macrogranjas Porcinas.

A España se han trasladado la producción porcina de países como Holanda  o Dinamarca donde la población exigió controles muy estrictos al manejo de estas macrogranjas por sus efectos ambientales y sanitarios y la Dra. Prado describe los principales impactos que sufren en su país.

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