domingo, 9 de enero de 2022

Es BUENO o MALO comer papas cocinadas en todas sus versiones.

 

UN POCO DE HISTORIA: La papa es un tubérculo originario de la zona del Lago Titicaca, en Bolivia, y de Perú, que se utiliza para el consumo humano desde hace más de 10.000 años. Los incas la introdujeron a los españoles en el siglo XIV. Su consumo ayudó a prevenir una enfermedad común entre los marinos llamada escorbuto, causada por la deficiencia de vitamina C.

 


Sólo en Perú, hay cerca de 4.000 tipos distintos de papa, que se cultivan a distintas alturas. En la foto, la papa dulce (sweet potato), la batata y la yuca, primas hermanas de la papa.

En Estados Unidos, se consumen un promedio de 126 libras de papa por persona cada año, según el estudio The Problem with Potatoes, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, que evaluó los pros y contras para la salud de este popular alimento, que aquí detallamos:

Pro: mucha fibra y nutrientes



La papa es una fabulosa fuente de fibras y nutrientes, especialmente si se consume con la cáscara, lo que la vuelve un buen agente de prevención de problemas digestivos y cáncer colorrectal. Fuente: Cleveland Clinic.

Contra: carbohidratos

La papa posee un muy alto contenido de carbohidratos, en especial del tipo que se digiere rápido, lo que causa una oleada de insulina y azúcar en sangre. Por eso, es un alimento que las personas con diabetes o riesgo de diabetes deben consumir con cuidado.

Pro: vitaminas


La papa, especialmente la blanca, posee vitamina A, que protege la vista; vitamina C, que fortalece el sistema inmune, y vitamina B6, que ayuda en todos los procesos del organismo vinculados al metabolismo y el sistema nervioso.

Contra: comida chatarra



En forma de papa frita, con alto contenido de grasas malas, la papa es uno de los ingredientes principales de la comida chatarra. El efecto que se explicó antes sobre el aumento del azúcar en sangre al comer papa, genera una sensación de hambre, lo que puede provocar comer más. El riesgo es más sobrepeso y obesidad.


Otro estudio de Harvard que analizó la dieta de 120.000 hombres y mujeres durante 20 años, comprobó que aquéllos que comían más papas fritas, papas asadas, o en forma de puré (mashed potatoes) ganaron hasta 3,4 libras de peso extra cada cuatro años. Otro trabajo de la universidad la vincula a lecturas más altas de la presión arterial.

 

El estudio de Harvard The Problem with Potatoes sí valora el aporte de nutrientes y vitaminas de la papa, pero los científicos dicen que hay otros vegetales que también los contienen y en más cantidades: por ejemplo el brócoli posee nueve veces más vitamina C que la papa. Y los frijoles, el doble de potasio.

Irresistible

Con pros y contras, la imagen de pelar una papa está sellada en la memoria colectiva latina, y difícilmente, como ocurre con el arroz, se pueda dejar de lado. Los cubanos dicen que "la papa ayuda", porque aumenta los guisos y permite alimentar a más personas. Como todo, comiéndola con cordura y en sus cocciones más sanas, se podrá sacar lo mejor para la salud de esta amiga milenaria.

Fuentes consultadas

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Cleveland, Departamento de Agricultura de EE. UU., Escuela de Medicina Harvard, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, Sociedad Estadounidense de Nutrición.

 

 

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