El platero Juan Carlos Pallarols, tercera generación de orfebres en la Argentina, es un orgullo nacional hacia el mundo. Bastones de mando presidenciales y cáliz papales pasan por sus manos. Francisco I, a la espera del suyo.
Nacido en Banfield, provincia
de Buenos Aires, en 1942, Juan Carlos Palllarols es heredero de una dinastía de
plateros que nace en Barcelona, España, alrededor de 1750. Su arte comienza a
ser reconocido en nuestro país cuando el flamante presidente Raúl Alfonsín de
la recuperación de la democracia argentina -1983-1989-, eligió su diseño de
bastón presidencial por sobre los clásicos estilos europeos que hasta entonces
se elegían.
Desde ese momento todos los presidentes recibieron su bastón hecho por Palllarols. La última, hasta ahora es Cristina, quien al asumir su segundo mandato el 10 de diciembre de 2011 -coincidiendo con los 28 años de aquél histórico 1983 de la vuelta a la democracia-, también estrenaba un bastón presidencial diseñado por Pallarols especial para la ocasión.
Y es que este orfebre argentino ranqueado entre los mejores del mundo,
modificó el diseño de los bastones destinados a los segundos mandatos, en
nuestra joven democracia, hasta ahora dos: el de Carlos Menen y el actual de
Fernández de Kirchner. Por ahora, el Papa Francisco se regodea esperando el
cáliz que próximamente recibirá diseñado por este gran artista argentino.
Sus magníficos trabajos en plata, de gran
valor estético y técnico, que realiza en su famoso taller-museo de San Telmo,
situado en un antiguo edificio frente a la plaza, tienen gran reconocimiento
nacional e internacional.
En 1982 diseñó e hizo con sus manos el cáliz
que el Papa Juan Pablo II utilizó para la Misa por la Paz, en Buenos Aires, en
aquel momento grave para Argentina: la guerra por Malvinas.
Sus espléndidos trabajos de orfebrería han
sido mostrados en exposiciones de platería en Paris (1984 y 1997), Sevilla
(1992), en “Noche Argentina, en homenaje a la cultura Argentina”, organizada
por la Ópera Metropolitana de Nueva York (1998) y en la muestra cuando el
centenario de las relaciones amistosas entre Japón y Argentina (Tokio, 1998).
En 1996, el Consejo Deliberante de la Ciudad
de Buenos Aires lo designó “Ciudadano Ilustre”, en reconocimiento a “su
trayectoria artística y su participación en la cultura argentina”.
Su taller es visitado por estudiantes de arte,
turistas de todo el mundo, funcionarios y artistas. Para ellos, Juan Carlos
Pallarols ha adoptado una práctica que, a su vez, lo hace muy feliz: la de
invitarlos a participar del cincelado del trabajo que en ese momento realiza.
Hoy está trabajando en un cáliz que entregará
al Papa Francisco. “Diseño sencillo, para un papa sencillo”, sintetiza su obra.
Manos ocultas en un bastón
Un detalle creativo introducido por Pallarols
en la confección de este último bastón presidencial es la incorporación del
trabajo de más de tres millones de personas en su confección. Y así es, ya que
para lograrlo, el orfebre viajó por más de cien ciudades de todas las
provincias argentinas durante más de un año portando la obra para que la gente
participara en su cincelado.
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