Según datos oficiales, en
Argentina se genera un promedio de 45.000 toneladas diarias de residuos sólidos
urbanos, lo que equivale a una tonelada de basura cada dos segundos. En
contraposición, un nuevo paradigma que promueve la sustentabilidad se afianza
con firmeza en nuestro día a día. Cada vez más personas en el mundo se
preguntan cuál es el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente y qué
mundo le estamos dejando a las próximas generaciones. ¿Escuchaste hablar de la
economía circular?
Qué es la Economía circular
La
economía circular promueve un nuevo paradigma que modifique la forma en la que
actualmente producimos y consumimos. Lejos de ser una tendencia, es un estilo
de vida que cada vez va ganando más espacio. El objetivo es que todos los
materiales y recursos que usamos se mantengan vigentes la mayor cantidad de
tiempo, se reduzca la cantidad de desechos generados y se cierren “bucles” o
flujos económicos y ecológicos. El bucle se cierra después de pasar varios
pasos: el uso de un bien, un segundo uso, la reutilización de ese bien, la
reparación, el reciclaje y por último la valorización que supone aprovechar
energéticamente los residuos que no se pueden reciclar.
Así,
frente a la economía lineal de extracción, producción, consumo y desperdicio,
la economía circular alienta que los residuos puedan ser utilizados como
recursos para reingresar al sistema productivo. De esta manera, reducimos
nuestros residuos y extraemos menos recursos naturales del planeta
La
vuelta de los envases retornables, de los envases universales para líquidos de
limpieza, el neumático que se convierte en zapatilla, el aceite de cocina usado
que se transforma en biodiesel, o la utilización de mayor tecnología y menos papel en las
finanzas, son solo algunos ejemplos de este concepto que vino para quedarse.
Las 3R de la economía circular
Con
relación a la gestión de los recursos, la economía circular
promueve las 3R que van ganando terreno en nuestras vidas: reducir, reutilizar
y reciclar. Las tres opciones están destinadas a generar un consumo más
responsable de los recursos y a incorporar hábitos que nos permitan como
sociedad reducir la huella de carbono.
1. Reducir
La
reducción está orientada a disminuir objetos de uso único, como es el caso de
los embalajes, cubiertos descartables, bolsas, etc. También está orientada a usar
racionalmente el agua y la electricidad.
2. Reutilizar
La
reutilización le da la oportunidad a un objeto de tener una segunda vida útil.
Hay un caso muy conocido que es el de relleno de botellas que se utilizan para
la construcción y, cada vez más, aparecen nuevas ideas creativas para darle
otro uso a los desechos.
3. Reciclar
Por
su parte, el reciclado está orientado a convertir residuos en una nueva materia
prima. Dentro de ellos se encuentran el vidrio o el plástico (que se puede
derretir y volver a usarse).
Tanto
la economía circular como toda esta conciencia sustentable se ven promovidas,
en mayor medida, con el uso de las redes sociales. Gracias a ellas, podemos
seguir distintas causas independientemente del lugar en el que vivamos. Hoy en
día es posible que cada uno, desde su lugar, pueda aportar su granito de arena
para que todos tengamos una vida más sustentable. ¿Te sumás?
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