Numerosos estudios
apuntan a la genética y el medio ambiente como los factores que desarrollan
esta condición, también a la predisposición poligénica.
La psoriasis es
una afección crónica que ataca a la piel y al sistema inmunológico. Se estima que en Puerto
Rico, 80.000 personas
padecen de psoriasis siendo
más común en los adultos jóvenes de ambos sexos. En la actualidad, no se conoce
una cura definitiva para la psoriasis aunque
existen tratamientos que evitan su progresión.
Los
investigadores todavía no concluyen las causas que provocan la enfermedad.
Aunque numerosos estudios apuntan a la genética y
el medio
ambiente como los factores que
desarrollan esta condición, varios casos están asociados a una predisposición
poligénica y a varios complejos de histocompatibilidad. En este último factor,
el complejo HLACw6 es el que más
se manifiesta.
Sin embargo, los
especialistas han confirmado que otro causal de aparición de la psoriasis está
relacionado con el sistema inmunológico. En las personas con psoriasis, un
antígeno -que aún es desconocido- activa citoquinas claves como el factor de necrosis tumoral y las interferón gamma
que activan a las células dendríticas. Como consecuencia, éstas migran a la
piel y provoca la inflamación característica de la enfermedad, sin que se pueda
detener el ciclo.
Ciertos factores determinan si una persona es propensa a
desarrollar la enfermedad. Entre ellos: ser pariente cercano de un enfermo de psoriasis, fumar,
infecciones no tratadas a tiempo o presentar efectos secundarios a un
medicamento.
Psoriasis más allá de la piel
Como en otras
condiciones crónicas, se conocen variantes de esta enfermedad. Desarrollar una
u otra depende exclusivamente de cada individuo y del grado en que se presente
la afección. Sin embargo, la detección temprana de la psoriasis evita
el empeoramiento de los síntomas y una progresión negativa de la enfermedad e
incluso la aparición de comorbilidades asociadas.
En los
pacientes con un mayor grado de psoriasis, la
enfermedad no solo causa daños físicos -como diabetes mellitus y afecciones cardiovasculares- sino también
emocionales. Según estudios sobre el tema, en los afectados existe una 50% de probabilidad de sufrir enfermedades mentales
como la depresión y un aumento notable en las tendencias suicidas.
Aunque la
enfermedad no tiene cura, en la
actualidad los tratamientos se recetan con la finalidad de reducir los síntomas
o disminuirlos por largos períodos de tiempo y mejorar la calidad de vida del
paciente. La efectividad del régimen de curación requiere de un análisis exhaustivo
de cada caso en particular y de los factores que
provoquen las reacciones inflamatorias en el
paciente.
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