viernes, 11 de febrero de 2022

Fuerte denuncia del papa Francisco contra la eutanasia: “La muerte no es un derecho” ¿Usted que opina?

 



Mientras en Italia comienza hoy el debate sobre el suicidio asistido, el pontífice llamó a no confundir ese tipo de ayuda con los cuidados paliativos para afrontar la muerte de manera más humana; definió de “inmoral” el ensañamiento terapéutico.




ROMA.- “La muerte no es un derecho”, sentenció hoy el papa Francisco, que diferenció claramente el suicidio asistido, que condenó, con los cuidados paliativos para afrontar la muerte de manera más humana.

“Debemos estar atentos a no confundir esta ayuda con derivas inaceptables que llevan a matar. Debemos acompañar a la muerte, pero no provocar la muerte o ayudar cualquier forma de suicidio. Recuerdo que se debe privilegiar siempre el derecho al cuidado y al cuidado para todos, para que los más débiles, en particular los ancianos y los enfermos, nunca sean descartados. La vida es un derecho, no la muerte”, recordó, el mismo día que en Italia comenzará a debatir una ley sobre el “fin de la vida” sobre suicidio asistido y mientras se impulsa un referendo para aprobar la eutanasia.



Francisco habló así en la tradicional audiencia general de los miércoles, en una catequesis en la que reflexionó sobre la devoción del pueblo cristiano a san José como Patrono de la buena muerte, pensando en la presencia de Jesús y la Virgen cuando él murió en Nazaret. “La muerte, iluminada por el misterio del Señor Resucitado, nos ayuda a ver la vida con mirada nueva, como una ocasión que Dios nos da para amar a los demás y hacer el bien, quitando del corazón la ambición, el rencor y el resentimiento. El Evangelio nos recuerda, además, que la muerte llegará como un ladrón, cuando menos lo esperamos”, siguió, al leer al final, como siempre, un resumen de la catequesis para los fieles de lengua española.



“Esta realidad nos lleva a dos consideraciones que valen para todos, creyentes y no creyentes. La primera, es que la muerte no es un derecho, no podemos programarla, tampoco evitarla, por lo que el ensañamiento terapéutico, en vez de aliviarlo, es inmoral. La segunda, es que toda persona tiene derecho a la vida, a los cuidados médicos y a los cuidados paliativos, especialmente los ancianos, para afrontar la muerte de la manera más humana”.

El Papa explicó que, justamente como no podemos evitar la muerte, después de haber hecho todo lo que humanamente es posible para cuidar a la persona enferma, “resulta inmoral el encarnizamiento terapéutico”, como indica el Catecismo de la Iglesia Católica. Y destacó esa sabiduría popular por la cual es normal que la gente sencilla diga “déjalo morir en paz”, “ayúdalo a morir en paz”.

Subrayó, por otro lado, en cuanto a lo que tiene que ver con la calidad de la muerte misma, la calidad del dolor, del sufrimiento. “De hecho, debemos estar agradecidos por toda la ayuda que la medicina se está esforzando por dar, para que a través de los llamados ‘cuidados paliativos’, toda persona que se prepara para vivir el último tramo del camino de su vida, pueda hacerlo de la forma más humana posible”.

Acto seguido, denunció cualquier forma de suicidio asistido o eutanasia, al advertir que no debe confundirse esa ayuda “con derivas inaceptables que llevan a matar”. “Debemos acompañar a la muerte, pero no provocar la muerte o ayudar cualquier forma de suicidio”, indicó, al recordar que “la vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no suministrada”. “Y este principio ético concierne a todos, no solo a los cristianos o a los creyentes”, precisó.

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