La propuesta de la Comisión Europea de prohibir los
vehículos endotérmicos a partir de 2035 se enfrenta a un obstáculo quizá
insalvable: el inesperado y sorprendente giro de 180º de Alemania.
Hasta ayer, el gobierno del canciller Olaf Scholz había
mantenido una posición favorable a la prohibición, en parte debido a la presión
de uno de los partidos de la coalición gubernamental, los Verdes, pero hoy se
ha producido un giro.
Según el
ministro de Transportes, Volker Wissing, Berlín ha retirado su apoyo total e
incondicional a la propuesta de Bruselas. Así que, sí a los motores
convencionales, pero con una condición.
Queremos permitir los
motores de combustión interna después de 2035, pero sólo si pueden ser
impulsados exclusivamente por combustibles sintéticos.
Volker
Wissing
La nueva
posición alemana no sólo representa un claro cambio de rumbo respecto a las
decisiones del gobierno de Angela Merkel, sino que tiene otro aspecto político
de especial importancia porque refuerza el eje con Francia.
Inmediatamente después de la presentación de las
propuestas de la Comisión Europea en el paquete Fit-for-55, París se
comprometió a defender la tecnología híbrida enchufable y a garantizar la
supervivencia de los motores de combustión incluso después de 2035.
Hasta ahora,
Francia había permanecido en gran medida aislada, mientras que ahora puede
contar con su aliado alemán y, por tanto, con un eje que tiene un peso
considerable en los mecanismos de decisión europeos y, más aún, en los procesos
de aprobación de la legislación y la normativa.
El ministro
alemán apoyó la postura francesa de que los híbridos pueden ayudar a reducir
las emisiones contaminantes: «Hoy no tenemos
suficientes vehículos eléctricos. Tenemos que aumentar su disponibilidad. Por
eso es mejor que la gente utilice la tecnología híbrida como solución
intermedia«. Por otro lado, la propuesta de prohibir los vehículos
endotérmicos supone un salto hacia los vehículos eléctricos, que cada vez son
más criticados, sobre todo por asociaciones y sindicatos, debido a sus
consecuencias sociales y económicas.
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