Desde el punto de vista de la psicología popular
sobre los colores, el rojo es
el color más apasionado, el que se usa como señal de alarma
y reclamo, pues capta la atención de inmediato. También está
vinculado obviamente a la sangre, al amor, a la intimidad y a la alegría,
y en el lado negativo, a las malas notas, a los problemas económicos (números
rojos), a la guerra, a la violencia o a lo prohibido. El rojo está muy presente
en las señales de tráfico, en los semáforos,
en los precios de las rebajas y en los alimentos (fruta, carne, especias…).
Es el color de
la prisa y de la urgencia, de
lo inmediato, y también de la atracción sexual. Por
eso las prendas de color rojo, no digamos la ropa interior, siempre han tenido
un toque especial y una intención seductora, porque elevan la
autoestima de quien las lleva. Tiene su explicación científica.
Según un estudio liderado
por Anne Berthold, psicóloga de la Universidad de Zúrich, en Suiza, las personas
que se visten con tonos rojos se ven a sí mismas más guapas y atractivas que
las que van vestidas de azul.
Para llevar a cabo la investigación, publicada en el European Journal of Social Psychology,
los científicos pidieron a un grupo de voluntarios que se pusieran una camiseta
o azul o roja y que entraran en unos compartimentos equipados con espejos, como
los probadores de las tiendas. Luego, les solicitaron que evaluaran su propio
atractivo.
Finalmente, les indicaron que se volvieran a
calificar, pero en esta ocasión después de hacerse una foto a sí mismos y verse
en ella. El resultado fue concluyente: los que iban de rojo se sentían más sexis.
Según los autores de la investigación, la razón de este efecto es que este color
llama más la atención e indica disponibilidad erótica. Vestirse de rojo
indica que estás sexualmente más receptivo que si te pones ropa azul o de otro
color. Esto tiene una contrapartida: que lucirlo puede ser contraproducente
para los individuos más tímidos, a los que les resulta incómodo llamar la
atención ajena.
Otros estudios revelan que la fascinación
por el rojo tiene una base objetiva basada en la biología. Un
experimento de 2010 llevado a cabo por varias universidades y publicado en el Journal of
Experimental Psychology indicaba que las mujeres vestidas con
este color resultaban más seductoras. Para medir la influencia del rojo sobre
la atracción sexual, un equipo de psicólogos mostró a un centenar de
veinteañeros fotos de mujeres con un nivel de atractivo similar, pero con el
marco o en rojo o en blanco.
En otras fotos jugaban con el contraste de colores
entre el rojo, el gris, el verde y el azul. Finalmente, mostraron imágenes de mujeres cuya
camiseta había sido coloreada de rojo o de azul. En todas las
circunstancias, las mujeres que aparecían con el marco rojo o usando prendas de
ese color fueron consideradas más atractivas y deseables sexualmente por los
hombres que las que estaban vestidas o enmarcadas con
otros tonos. La explicación tendría su origen en la fisonomía de nuestros ancestros primates.
Por ejemplo, las hembras de los babuinos y los chimpancés se enrojecen a modo de
señuelo sexual cuando se acerca la ovulación. De esta forma
consiguen atraer a los machos y aumentar su disponibilidad para copular. Algo
parecido pasa con nosotros, los seres humanos. Y es que la sexualidad
es mucho más primitiva de lo que solemos creer y el rojo ha conservado esa
capacidad de atraer.
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