lunes, 23 de mayo de 2022

CHILE: Inventan mascarillas y bolsas de plástico que se disuelven en agua que luego se puede beber.

 

Solubag podría ser la solución al problema del plástico. Un material muy similar que no contamina, y se disuelve completamente en agua, que incluso se puede beber.



Cada año se tiran a la basura 5.000 millones de bolsas de plástico, y el 70% acaban en el mar. Dos investigadores chilenos proponen una alternativa: Solubag, un material similar al plástico que no contamina y se disuelve en el agua en unos minutos.

 

Las bolsas de plástico son un problema muy grave para el medio ambiente. Cada años llegan a ríos y mares más de 3.000 millones de bolsas y otros productos plásticos, en donde miles de animales quedan atrapados, por no hablar de la contaminación que generan en el fondo marino. Una bolsa de plástico tarda 500 años en degradarse.



Trabajando en un material para fabricar cápsulas de detergente solubles, el científico chileno Roberto Astete descubrió Solubag, un material con la misma consistencia que el plástico, pero que no contamina y se disuelven en minutos en el agua. En sus demostraciones en vivo, Roberto Astete acostumbra a beberse el agua tras disolver la bolsa, para demostrar que no contamina. ¿Dónde está la magia de Solubag? Es un material creado a partir del acetato de polivinilo (PVA), que normalmente se obtiene del petróleo crudo.

 


Es un material elástico y resistente que se usa en pegamentos y goma de mascar. La diferencia es que Solubag lo obtiene a partir de gases naturales y piedra caliza. se puede fabricar en las actuales fábricas de plástico, sin necesidad de adaptación. El resultado es un material con una resistencia y elasticidad muy similar al plástico pero que no contamina, ni en la elaboración, ni en el reciclaje. Ya se emplea para fabricar bolsas de plástico, de tela, mascarillas, cubrezapatos y gorros:

La gran ventaja de Solubag es que se disuelve en agua. A primera vista esto podría ser un problema, porque si mojamos sin querer una bolsa de este tipo, podría romperse. Pero en al fase de producción se puede ajustar la temperatura del agua a la que se disuelve.

El modelo estándar exige utilizar agua hirviendo a 85 grados, así que no se pueden destruir accidentalmente. Pero si la bolsa llega al mar o se abandona en el basurero, también se disuelve a temperatura ambiente en unos tres meses, y lo mejor de todo es que no contamina.

En el caso de las mascarillas, al disolverse a 85 grados nos aseguramos de que se destruye tanto la mascarilla como los virus, eliminando cualquier problema.

 

 

 

 

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