Uno de los datos
curiosos de la nómina total es que, apenas Bahía Blanca, General Pueyrredón
(con 6.743) y La Plata (9.286) se lograron meter entre los municipios del
conurbano bonaerense, que lideran ampliamente la franja de inscripciones en los
distintos registros civiles de la provincia. En total, fueron 157.562
los niños nacidos en la provincia de Buenos Aires, cifra que demuestra una
tendencia: el descenso constante y sin pausa en la cantidad de nacimientos.
Según datos oficiales, en 2020 nacieron 179 mil bebés, casi un 14% menos
que los 208 mil de 2019. Igualmente, en 2019 ya había caído un 4% y en 2018 un
6%. Es decir, los nacimientos venían cayendo, y esa problemática se acentuó en
2020 y en 2021.
En lo que va de la pandemia, en contra de lo que podía suponerse de
manera intuitiva que compartir más tiempo las parejas podía derivar en más
embarazos, la cantidad de nacimientos se mantuvo a la baja, siguiendo la línea
histórica.
Precisamente, desde el Registro Provincial de las Personas, se indicó que
en los últimos cinco años la tasa de fecundidad cayó un 22%, para ubicarse en
torno a los 1,8 hijos por mujer, mientras que la fecundidad de adolescentes
bajó un 39%.
Ese descenso fue especialmente fuerte entre las jóvenes con menor
educación. Entonces, la tendencia a la baja en la natalidad se
observa desde antes de la pandemia, adjudicable a causas como la incertidumbre
económica, los problemas laborales, la tendencia de las mujeres a retrasar su
decisión de ser madre o renunciar a la maternidad para priorizar el estudio o
el trabajo, y la postura de las parejas de tener un promedio de no más de dos
hijos.
Esta postura de postergar la decisión de ser padres para priorizar
estudios, trabajos u otras actividades, se verifica en todo el mundo. Con el
aumento de la edad de concepción se hace más difícil a la mujer lograr el
embarazo y también la limita a tener más de un hijo.
La psicóloga bahiense Marcela Menna (MP 0758), quien también es sexóloga
clínica (recibida en 2012 en la Universidad Favaloro), profundizó las posibles
causas de la constante baja en la natalidad.
Según su opinión, la
búsqueda en edad más avanzada, la idea de priorizar proyectos personales y
afrontar las responsabilidades que deben cumplir durante toda la vida ante la
presencia de un hijo y la incertidumbre que existe sobre el futuro laboral
favorecen el cambio de paradigma sobre cómo se viven las relaciones de pareja
actualmente.
“Actualmente, las parejas analizan y reflexionan mucho sobre la
maternidad. Una de las cuestiones que se presenta en general es que empiezan a
buscar un hijo a partir de los 33-35 años, lo que limita la posibilidad de
quedar embarazados. Y muchas veces se embarcan en una búsqueda que empieza a
desgastar la pareja si no lo consiguen de manera rápida. Y eso desemboca en dos
caminos: o desisten o se convierte en una obsesión”, señaló Menna.
El Hospital Penna es
el único hospital público de la ciudad y la región que atiende partos. Allí,
también se percibe una baja en las estadísticas, pero no tan notorias como en
el global. De los 2.083 nacimientos que se registraron en 2020, el año pasado
se atendieron 1.953 partos. Pero sí lejanas a los 2.800 que hubo en 2017.
De ese total, según cifras que maneja el nosocomio, alrededor del 54% de
esos embarazos no fue buscado, según manifestaron las propias embarazadas. Por
otra parte, el 74,2% de las mujeres dijeron no utilizar método anticonceptivo
alguno.
“Somos la única maternidad pública de la ciudad y la región, hacemos
todos los partos normales y los de alto riesgo, así como también recibimos las
derivaciones de toda la región y más allá también, como por ejemplo Bolívar y
Tres Lomas. Las derivaciones de alto riesgo llegan a este hospital por su
infraestructura y la complejidad que tiene el área de neonatología”, afirmó
Sergio Mendoza, coordinador de Tocoginecología y Obstetricia del hospital Penna.
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