A jurar la bandera> En octubre de 1812 caía el Primer Triunvirato y las
cosas comenzaban a cambiar. El Segundo Triunvirato, bajo la influencia de la
Logia Lautaro creada por San Martín y la Sociedad Patriótica dirigida por
Bernardo de Monteagudo, dio un nuevo impulso a la guerra revolucionaria, avaló
lo actuado por Belgrano y éste pudo hacer jurar la bandera por sus tropas a
orillas del río Pasaje, que desde entonces se llama Juramento.
Hasta llegar a ser como la conocemos hoy, la bandera nacional sufrió cambios de
colores, de formas, leyes, y decretos.
¿Por qué celeste y blanca? Hay muchas teorías sobre las fuentes de inspiración para la creación
de la escarapela de la que derivan los colores de la bandera. Mirándolo con
atención, todas las teorías tienen una relación entre sí. Los colores del cielo
fueron tomados para representar el manto de la Inmaculada Concepción. Estos
colores, a su vez fueron elegidos por la dinastía de los Borbones para la
condecoración más importante que otorgaban: la Orden de Carlos III, celeste, blanca
y celeste, y de allí surgió el color del penacho de los patricios y,
seguramente, la escarapela.
La opinión de Sarmiento> Sarmiento, nos deja este testimonio: «Las fajas celestes y blancas son
el símbolo de la soberanía de los reyes españoles sobre los dominios, no de
España sino de la Corona, que se extendían a Flandes, a Nápoles, a las Indias;
y de esa banda real hicieron nuestros padres divisa y escarapela, el 25 de
Mayo, para mostrar que del pecho de un rey cautivo tomábamos nuestra propia
Soberanía como pueblo, que no dependió del Consejo de Castilla, ni de ahí en
adelante dependería del disuelto Consejo de Indias».
Fuente.
El historiador/
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