General Electric ha dado a conocer un nuevo prototipo de turbina que
funciona con «dióxido de carbono supercrítico», un sistema que podría ser más
económico que las baterías de almacenaje en red. Es un 50% más eficiente que las turbinas de vapor
convencionales, capaz de generar
la misma electricidad que una turbina convencional 10 veces mayor.
La turbina, del
tamaño de un escritorio, podría alimentar hasta 10.000 casas. Se alimenta
con «dióxido de carbono supercrítico», de alta presión y temperatura de 700 °C , así se mantiene el
gas en un estado entre líquido y gaseoso. Al pasar por la turbina, se enfría
para después volver a represurizarlo para volver a atravesarla otra vez.
Su capacidad
de encenderse y apagarse rápidamente, solo tarda 1-2 minutos en estar
operativa, la hacen ideal para almacenar energía a escala de red.
El prototipo que ha
diseñado General Electric es de 10
megavatios, pero lo pretenden aumentar hasta los 33 megavatios.
El sistema de General
Electric es ideal para convertir en electricidad el calor procedente de la energía
solar almacenado en sales fundidas, lo que la hace una
opción más favorable si las comparamos con las baterías. Muy adecuada
para su uso en picos de demanda.
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