Con
CO2, agua y luz solar
como única materia prima, esta torre termosolar situada en España produce
versiones sostenibles y neutras en carbono de gasóleo y combustible para
aviones. Construida y probada por investigadores de la ETH de Zúrich, es un
prometedor proyecto de combustible limpio.
El sector de la aviación es responsable de aproximadamente el
5% de las actuales emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero
causantes del cambio climático.
Depende
en gran medida del queroseno, o combustible para aviones, que es un combustible
de hidrocarburo líquido que suele derivarse del petróleo crudo. Actualmente, no
existe ninguna alternativa limpia para alimentar los vuelos comerciales de
larga distancia a escala mundial.
Ahora, un equipo
internacional de investigadores ha desarrollado una torre que utiliza la energía solar para
producir una alternativa sintética a los combustibles de origen fósil como el
queroseno y el gasóleo.
El sistema de producción de
combustible usa agua, dióxido de carbono y luz solar para producir combustible
de aviación. El equipo ha puesto en práctica el sistema sobre el terreno, y el
diseño podría ayudar a la industria de la aviación a ser neutra en carbono.
El queroseno fabricado con energía solar es totalmente compatible con
la infraestructura de aviación existente para el almacenamiento, la distribución y el uso final del
combustible en los motores a reacción.
La planta de producción de combustible solar consta de 169 paneles
reflectantes de seguimiento del sol que redirigen y concentran la radiación
solar en un reactor solar montado en lo alto de una torre. La energía
solar concentrada impulsa entonces los ciclos de reacción de oxidación-reducción
(redox) en el reactor solar, que contiene una estructura cerámica porosa
reticulada hecha de ceria.
La ceria, que no se consume sino que puede utilizarse una y otra vez,
convierte el agua y el CO2 inyectados en el reactor en syngas, una mezcla adaptada de hidrógeno y monóxido de carbono.
Posteriormente, el syngas se envía a un convertidor de gas a líquido, donde
finalmente se transforma en combustibles líquidos de hidrocarburos que incluyen
queroseno y gasóleo.
Durante
los nueve días de funcionamiento de la planta que se recogen en el artículo, la
eficiencia energética del reactor solar, la parte de la energía solar aportada
que se convierte en el contenido energético del gas de síntesis producido, fue
de alrededor del 4%. El equipo afirma que está trabajando intensamente en la
mejora del diseño para aumentar la eficiencia a valores superiores al 15%.
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