Tomaron muestras en 5 canillas del partido. La evidencia científica
resulta lapidaria: en Europa no sería apta para consumo. El agroveneno genera
efectos nocivos en la salud. La Junta Vecinal Tandil confirmó con evidencia científica que el agua
de red en Tandil contiene al menos 8 agrotóxicos.
Tras un exhaustivo proceso de análisis y cadena de custodia,
se tomaron 5 muestras en distintos puntos del partido, trabajo a cargo de la
Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata y el Conicet, con la
participación predominante del doctor Damián Marino. Las muestras se
recolectaron el 12 de Junio de 2022 utilizando el protocolo previsto por la
casa de altos estudios de la capital bonaerense. El proceso fue transparente y
actuó como testigo Petra Marzocca, reconocida dirigente de los Derechos
Humanos.
Las
muestras fueron tomadas en Tandil (canilla del centro, en el exterior de la
Municipalidad), un vivero agroecológico del barrio La Rural, en De La Canal
-canilla exterior ubicada entre el Jardín de Infantes y la Escuela-, en María
Ignacia -canilla exterior de una casa particular-, y en Gardey, canilla
exterior del Centro Cultural "La Vieja Escuela", frente a la Plaza
Principal.
Los
resultados son categóricos: "hay una muestra con problemas de
concentración de cipermetrina (insecticida)", introdujeron los asambleistas
en la presentación del estudio realizada en la jornada de ayer.
Las
muestras analizadas determinaron la presencia de al menos 8 agroquímicos en el
agua de red del partido de Tandil, entre los que se encuentran herbicidas,
insecticidas y funguicidas.
"En
De La Canal se detectó el registro de 4 formulados activos, y en Vela, se
superó la concentración máxima establecida por la reglamentación de la Unión
Europea, hecho por el que en ese continente sería considerada no apta para
consumo", afirmaron.
Y
añadieron que "algunos de los agrotóxicos detectados están prohibidos en
decenas de países (incluyendo toda la Unión Europea), debido a su potencial
contaminante. Hoy están permitidos en la Argentina y para que esto cambie
debemos alzar la voz y manifestarnos de manera clara y contundente sobre
nuestro derecho a contar con agua completamente limpia".
Los
asambleistas se preguntaron: "si no cambia la reglamentación vigente en
torno al uso de agroquímicos y el modo de producción que impera, cuánto falta
para que todas las muestras estén comprometidas".
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