Diversos estudios demuestran que difundir actos de amabilidad o bondad traen consecuencias positivas en materia de salud, se trata de un ganar-ganar que la Organización Random Acts of Kindness (Actos de Bondad al Azar) demuestra con su investigación. Ayuda a minimizar el estrés, mejora la depresión, reduce el deterioro cognitivo y ayuda a tener una mejor calidad de vida; contribuye al sentido de pertenencia y a vivir de una manera más saludable, entre los beneficios físicos se encuentra la disminución de la presión arterial, el aumento de la felicidad y reduce los dolores.
¿Cómo es posible que este acto reduzca el dolor?
Las regiones del cerebro reaccionan a las estimulaciones y las que evitan el dolor parecen ser inhibidas por la experiencia de dar, de ser generosos, de donar; de este modo se olvidan los padecimientos y la atención se centra en beneficio del otro.
Es por ello que un acto de bondad es un valor universal que debemos cuidar, difundir y resaltar en nuestra sociedad contemporánea, ayudamos a nuestros semejantes y a nosotros mismos a tener una mejor convivencia social que tanta falta nos hace en estos tiempos.
Al inicio de este 2022 tan lleno de esperanzas y, al mismo tiempo, con tantas paradojas de incertidumbre, nos motivan a reflexionar sobre un futuro que se hace presente a cada paso. Y una introspección emotiva que vale la pena realizar, tiene que ver con las necesidades que tenemos como sociedad, como humanidad: hablar de la bondad, es una urgencia que merece nuestros pensamientos.
Tal como la definición la describe, es una tendencia natural de hacer el bien y se aplica en el carácter o en la acción que indica ser bueno. Un ser bondadoso tiene como característica promover mediante acciones, actos de “bondad” hacia los que les rodean, se es benevolente y se ayuda al necesitado.
Cuando se es bondadoso, se evita el sufrimiento y la angustia, se impulsa el beneficio, con estas acciones las necesidades básicas de un ser vivo serían entonces evitar el dolor, la angustia, la mezquindad, el sufrimiento, la desesperanza.
Éste tema se ha tratado desde perspectivas distintas como la filosofía, la religión, la ética, la moral y todas ellas la asocian con la generosidad, la humildad, el respeto, entre otros. Simplemente hablamos de la ausencia de maldad en los actos de los seres vivos, tanto el Ser Humano como los animales pueden ejecutar acciones en pro del bienestar hacia sus semejantes; todos nosotros somos seres vivos.
Cuando hacemos un acto de bondad se habla de tener empatía, ponerse en los zapatos del otro, tratar de comprender los sentimientos, obstáculos, dificultades y carencias de quien nos rodea; es asunto sencillo cuando ésta se tiene pero, cuando se carece de ella es nula la posibilidad de que un acto de bondad se concrete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario