Maldecidos por el Paco y el Alcohol
Adictos, invisibles marionetas
de paco, Belcebú y
alcohol,
no importa su abolengo o color
los narcos a la Argentina han envilecido,
la codicia y la muerte es su blasón.
Son los adictos un andrajoso ejército
sin pertrechos ni patria,
los niega la sociedad, ya que al ser adictos
perdieron la primera batalla.
Son transparentes en las sombras
sin cultura ni labor,
-victimas de corruptos y narcos-
el futuro los aplasta como larvas
son gitanos con nación,
son la emblemática cofradía de los sin clase
derramando crueldad, muerte y dolor.
La inmoralidad de las drogas
los convierte en caldo de cultivo hirviente
de cacos y
homicidas,
cumpliendo ritos satánico
son verdugos esclavizados
por narcos,
coca, paco y alcohol.
Adictos armados con báculos de fuego
cazan en las calles al azar,
momento sobrenatural
que los hace visibles para la sociedad.
Los seres cautivos de las drogas
son niños y adolescente sin paz
amor ni familia,
no existen besos de despedida
solo frialdad y desidia.
Mueren violentamente o en soledad
por un candente plomo o coma cerebral,
obsequio de los narcos y el paco infernal,
tal vez buscaban el arco iris
que el cielo jamás les pudo mostrar.
Prisión, martirio y exclusión
es el futuro de los casi niños,
juzgamos, señalamos y condenamos
son los hijos del deterioro social,
son el rostro de la culpa
que no queremos mirar.
Quien debatirá en lo profundo
la verdad que los salvara,
quien apostara a la equidad
quien construirá la cuna
de los futuros infantes
ignorados por la cruda sociedad.
Quien robo su alimento,
quien pisoteo sus plumas
para que jamás puedan volar,
quien adoctrina una hueste
de niños y adolescentes armados,
abusados, drogados y alcoholizados.
Donde esta la casta gobernante
de mi patria que se compadece y subsidia
la protección de ciervos, sapos y horchatas.
Quien se compadece y subsidia
a la niña madre que amamanta en las calles sin sol,
criando con desperdicios y dadivas
hijos para
paco, coca, belcebú y alcohol.
Quien protege y subsidia
cientos de niños nacidos
en fétidos ranchos y orinales,
quien evita la extinción de las aves
ignorando los basurales.
La semilla humana debe ser protegida
desde el vientre, para que al nacer
aprendan a amar, ¡no a matar!
y vivan estando vivos,
enseñémosles desde la simiente
a proteger mariposas, flamencos y cocodrilos.
Estado y familia alimentemos la magia
y develemos el misterio,
liberemos la
blanca paloma del mago,
hagámonos cargo del olvido y el exterminio
de nuestra especie, ¡Los Humanos!
Autor: Miguel Ángel Figueiras Gimenez
“Poeta Embajador de Paz” Buenos Aires, Argentina-
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