viernes, 10 de febrero de 2023

DESDE AFRICA: El Papa Francisco marca diferencia entre la persona homosexual y el lobby gay.

 

Durante el vuelo de retorno a Roma, tras su quinto viaje a África, el Papa Francisco señaló que cuando habla sobre la homosexualidad se refiere a las personas con esta tendencia y no a los lobbies, que “son otra cosa”.

El Santo Padre retornó este domingo al Vaticano, luego de visitar del 31 de julio al 5 de febrero la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.



En el vuelo papal estuvieron asimismo el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, Justin Welby; y el moderador general de la Iglesia Presbiteriana Escocesa, Iain Greenshields, quienes acompañaron al Papa Francisco en su viaje a África y también respondieron algunas de las preguntas.

Durante la rueda de prensa se le consultó nuevamente al Papa Francisco sobre la criminalización de la homosexualidad, la cual es delito en Sudán del Sur.

El Pontífice señaló que “la criminalización de la homosexualidad es un problema que no debe dejarse pasar” e indicó que “no es justo” establecer penas de cárcel contra las personas con esta tendencia.



“Las personas con tendencias homosexuales son hijos de Dios. Dios les quiere mucho, Dios les acompaña. Es cierto que algunos están en este estado debido a diversas situaciones no deseadas. Pero condenar a una persona así es pecado”, señaló el Papa.

En su respuesta, el Pontífice aclaró que “no hablo de ‘grupos’, sino de personas. Pueden decir, ‘pero hacen grupos que hacen ruido’. Las personas. Los lobbies son otra cosa”.

“Estoy hablando de personas, y creo que hay una frase en el Catecismo de la Iglesia Católica que dice que no deben ser marginados. Creo que la cosa está clara en esto”, expresó. 

En la rueda de prensa, el Papa Francisco también recordó la relación que mantuvo con Benedicto XVI, quien falleció el 31 de diciembre a los 95 años de edad.

El Santo Padre reiteró la buena relación que mantuvo con el Papa Emérito y dijo que su muerte “ha sido instrumentalizada por gente que quiere llevar el agua a su propio molino”, y que decían que Benedicto XVI “estaba amargado” por lo que hacía el nuevo Papa.

En ese sentido, recordó la vez que habló “sobre el matrimonio de las personas homosexuales. El matrimonio es un sacramento y nosotros no podemos hacer un sacramento”. Sin embargo, Francisco también se refirió a “la posibilidad de asegurar los bienes” con una “ley civil que se inició en Francia”.

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