Hay arenales más allá de la paleta de los cremas y
dorados. Arenas blancas inmaculadas, rosas, rojas, púrpuras, negras, verdes e
incluso con todas las tonalidades del arcoíris.
¿Cuántos colores de arena diría
que existen? En realidad, casi tantos como playas. Las que nos rodean suelen
tener unos tonos que van del crema pálido al dorado o caramelo, pero en algunos
lugares del mundo -incluso en nuestro propio país- las partículas de arena
pueden ser de color rojo, marrón chocolate, rosa, naranja, oro, púrpura, verde,
negro o incluso arco iris. ¿Y por qué sucede esto? «Durante milenios, las olas
recorren el litoral formando áreas planas y estas nuevas extensiones comienzan
a acumular sedimentos de lavado desde las más profundas tierras marinas. Con la
ayuda de la erosión producida por los vientos y las tormentas costeras, empujan
los sedimentos desde lo más profundo del mar y nace una playa en la costa. El
color de la arena, por lo general, refleja el paisaje de su entorno y la
composición del suelo marino adyacente. La actividad volcánica producida
durante tantos años, un coral triturado o distintas piedras preciosas cercanas
puede ser la causa de que la arena tenga distintos tonos de color», explica Jesús Ángel Franco, un coleccionista que
atesora más de 1.400 arenas de diferentes playas de todo el mundo.
Arena
blanca: Hyams, en el Libro Guinness de los Récords
Probablemente
si nos preguntan dónde se encuentran las playas con la arena más blanca del
mundo diríamos que en el Caribe. Pues no, están en Australia. Concretamente en
Hyams Beach, un pueblo situado en Nueva Gales del Sur, que está rodeado por
tres playas de un tono blanco brillante: Chinamans Beach (en el norte), playa
del marinero (en el sur) y Hyams Beach. «Esta última, el arenal más grande de
los tres, tiene una longitud de aproximadamente dos kilómetros. Este pueblo
australiano figura en el Libro Guinness de los Récords por tener las playas con
la arena más blanca del mundo gracias a sus finas partículas de cuarzo»,
explica Jesús Ángel Franco.
Arena
verde: un espectáculo esmeralda en Hawai
Dos de los
lugares del mundo donde podemos encontrar más fácilmente arenales de color
verde son las islas de Hawai –Papakolea es de las más espectaculares– y
Galápagos, pero no son los únicos. De hecho, hay playas de este tono en zonas
volcánicas mucho más cercanas como, por ejemplo, en el archipiélago canario.
«Este tipo de arena está compuesta principalmente de cristales de olivino que erosionan
el basalto (lava). Estos cristales son más pesados y hace que se queden
depositados en la playa mientras que los granos de arena más ligeros son
lavados por la actividad del fuerte oleaje. El olivino es un mineral de
silicato que contiene hierro y magnesio», apunta Franco.
La playa de
Ramla il-Hamra, en la isla maltesa de Gozo, y la de Porto Ferro, respaldada por
grandes dunas en la isla de Cerdeña, tienen uno de los colores más naranjas que
podemos encontrar en todo el mundo. Ambas islas son de origen volcánico en su
naturaleza, sobresaliendo desde el fondo del Mediterráneo en el extremo sur de
Italia. «Sus arenas de color naranja se derivan de depósitos volcánicos, así
como de una inusual piedra caliza naranja que se encuentra en la zona», precisa
el coleccionista leonés.
Arena
roja: una de las más difíciles de encontar
«Hay muy
pocas playas de color rojo en el mundo», adelanta Franco. Se pueden encontrar
en Hawai, Isla Rábida, Galápagos, Santorini (Grecia) y alguna en Asturias. En
estos casos, la arena se compone principalmente de hierro. «Gracias a su
singular geología, Hawai es la isla que más playas tiene con este color.
Situada Maui, Kaihalulu Beach está escondida en una pequeña cala cerca de la
bahía de Hana, en la mitad oriental de la isla. La arena obtiene su color rojo-negro
por el desmoronamiento de la colina rica en hierro que rodea la bahía», añade
el especialista.
Arena
negra: un verdadero tesoro en Tenerife
Y, por
último, las playas de arena negra, un sorprendente resultado de la actividad
volcánica cercana a la costa. Este tipo de arenales se suelen ver «en regiones
con alta energía de olas, en los flancos de los volcanes y en áreas donde la
mayor parte de la roca es magmática, de color oscuro o pobre en sílice».
También puede estar compuesta de un número de diferentes minerales oscuros, la
mayoría ricos en hierro y más pesados que la arena de sílice. «Este peso le
permite permanecer cuando la fuerza de las olas devuelve los granos de arena
más ligeros al mar». Las arenas negras son también una fuente de piedras preciosas
como los granates, rubíes, zafiros, topacios y, por supuesto, también de
diamantes. La playas de arena negra se pueden encontrar en cualquier zona
volcánica, especialmente en islas del Pacífico Sur, Tahití, Hawaii, Antillas,
Filipinas, Islandia, Grecia y, en España, las islas Canarias.
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