Un demagogo es aquella persona que se desenvuelve como representante o dirigente político, y cuya actitud busca ganar el apoyo de las personas que lo escuchan y siguen.
La palabra demagogo deriva del griego dēmagōgós, que se traduce como ‘conductor del pueblo’.
El demagogo es quien pone en práctica la demagogia, que se refiere a un tipo de
acción política que busca manipular y complacer a un grupo de personas por
medio de discursos poco claros y promesas que, generalmente, no son cumplidas.
En este sentido, un demagogo se apoya en un grupo de
especialistas que se valen de diversos recursos históricos, políticos,
económicos y sociales para determinar las estrategias a seguir, incluso,
psicológicas y dramáticas, que le permitirán ganar la confianza de los ciudadanos.
Además, el demagogo también desea manipular la opinión de las personas. De esta
manera es más fácil acercarse a la población y guiarla hacia una dirección en
particular que lo lleve alcanzar el poder político.
Por ejemplo, un demagogo acostumbra a realizar campañas
electorales en las que expone un conjunto de cualidades como la honestidad, el
compromiso social y el sentido de pertenencia que las personas desean ver en un
dirigente político.
Asimismo, este individuo presenta una lista de propuestas
y planes que pretende desarrollar a futuro en función del bienestar común, sin embargo,
se convierten en promesas vacías porque no se llevan a cabo.
Como se puede apreciar, el demagogo emplea argumentos bien
definidos que, aunque partan de promesas falsas, buscan manipular los
sentimientos de las personas para utilizarlas en beneficio propio y llegar al
poder.
Una vez alcanzado el objetivo, el demagogo en vez de
continuar con un proceso democrático, instaura un régimen autoritario bajo el
cual sigue manipulando la opinión de los ciudadanos aplicando diversas
estrategias de la demagogia.
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