El planeta tierra está siendo duramente golpeado por las
acciones de la humanidad, a medida que esta crece, se expande y se moderniza,
necesita cada vez de más recursos naturales, agotando poco a poco las
capacidades de nuestro ambiente para sostener nuestra vida en él. El calentamiento global es
sin duda uno de los grandes retos de la historia de la humanidad.
Con el tiempo, han ido apareciendo distintas
maneras de concientizar a las personas sobre el impacto de acciones
individuales y aparentemente inocentes sobre el deterioro
del medio ambiente. Una de ellas y la más popular es conocida como la Huella
de Carbono.
La Huella de Carbono se ha logrado posicionar como una de las
formas más populares de conocer el impacto que puede dejar una persona sobre el
medio ambiente con solo llevar su rutina diaria con normalidad.
Podemos luchar desde nuestro propio mundo contra el cambio climático y sus terribles consecuencias.
¿Cómo funciona?
Este
método es un recuento de las emisiones de dióxido de carbono, o CO2 que
son expulsados al medio ambiente como producto de nuestras actividades del día
a día. Para
medirlo, se calculan las unidades de dióxido de carbono equivalentes.
Este
estudio cubre también todas las actividades y los ciclos de vida de un producto
que es consumido por nosotros. Esta iniciativa tiene como objetivo cuantificar
estas emisiones, para lograr concientizar a las personas de su impacto en el
ambiente.
La huella de carbono también ha generado
beneficios verdaderos para empresas y organizaciones, ya que este método
les ha permitido identificar esos puntos de sus procesos comerciales donde se
está contaminando de más y los ha incentivado a ejecutar políticas de reducción
de emisiones para la obtención de certificados internacionales que les
califiquen por tener una baja huella de carbono.
En resumen podemos definir que la Huella
de Carbono busca identificar y cuantificar:
·
Emisiones de CO2 producto
de las operaciones diarias de una empresa.
·
Emisiones de CO2 producto
de las actividades diarias de una persona o una casa de familia.
·
Emisiones de CO2 producto
del ciclo de vida de la cadena productiva de un producto o servicio.
En el caso de una persona promedio,
estos resultado se logra a través de un cuestionario que está dividido en 4
partes, específicamente Alojamiento (uso de energía eléctrica), Transporte,
Alimentación y consumo (dispositivos eléctricos).
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