¿Error de SENASA? Una fuerte
polémica se suscitó en los últimos días en Corrientes, luego de que la Avícola Santa Ana denunciara errores de procedimiento
por parte del Senasa, que había
informado casos positivos de gripe aviar detectados en el establecimiento y que obligaban a
sacrificar a unas 200.000 aves.
Sin embargo, desde un comienzo la empresa
negó que fuera así, recurrió a la Justicia que frenó todos los procedimientos y
finalmente logró un análisis que demostró la inexistencia de contagios de esta enfermedad.
“La segunda
muestra tomada a aves de la granja Avícola Santa Ana de Corrientes, dispuesta
por orden de la Justicia Federal, dio resultado negativo a la presencia de IA según
diagnosticó el Laboratorio Nacional del Senasa”, reconoció el organismo sanitario.
La firma había denunciado que, si se
mantenía el error de considerarla con casos de gripe aviar, significaría,
además de matar 200.000 aves, la destrucción de más 15.000 docenas de huevos por día,
el desecho de 20 toneladas de carne y, más grave aún, el cierre una empresa con 40 años de
trayectoria y el desempleo de al menos 300 personas.
De todos modos, se quejó de que “las pérdidas de
esta parálisis son incalculables”, y advirtió al
respcto que “no podrán pagar los sueldos de abril y que aún no pueden determinar el
costo económico del error cometido por Senasa”.
LA HISTORIA DEL CONFLICTO
Todo comenzó el pasado 4 de abril cuando,
según la empresa correntina, un funcionario de Senasa se hizo presente y, sin
ingresar a los galpones ni tener contacto con los animales, dejó un kit para
tomar muestras en manos de una Veterinaria de Registro (profesional que tiene registro de Senasa,
certificada en inocuidad de los productos, pero que no tiene capacitación en
sanidad, ni mucho menos para tomar muestras).
“Esta persona supuso que
el examen sería llevado a cabo por la Avícola, mientras que los dueños de la
empresa confiaron en que lo realizaría la especialista. En este estado de confusión, las muestras
no se realizaron y los kits regresaron a Senasa vacíos”, asegura Avícola Santa
Ana.
Dos días después, el dueño de Santa Ana,
Lisandro Enciso, recibió un llamado del organismo sanitario donde le
comunicaban que los resultados habían sido negativos. Pero “misteriosamente”,
el dato cambió a las pocas horas, cuando “esa misma noche se volvieron a comunicar para
avisarle que 20 gallinas habían dado positivo”, continuó la compañía.
Así fue que el sábado 8 de
abril, el Senasa intimó a la Avícola a sacrificar 200.000 aves ante esta supuesta detección de gripe
aviar.
A LA JUSTICIA
Bajo la insistencia de que las muestras
nunca fueron tomadas y ante tal grado de incertidumbre y preocupación, los empleados de
la firma acamparon para evitar la matanza de las aves.
A DEFENSA DEL SENASA
Tras reconocer que no hay casos positivos
de gripe aviar en esa granja, el Senasa defendió su accionar.
“El pasado 6 de abril el Laboratorio del
Senasa – el único en el país autorizado para el diagnóstico de IA – detectó la
presencia del virus en muestras tomadas a aves de la citada granja, por el
veterinario responsable de la sanidad, según lo informado por la empresa, y enviadas cumpliendo con las
garantías de custodia fijadas en el protocolo correspondiente y dispuso el
sacrificio de las aves para evitar la diseminación de la enfermedad”, indicó el
organismo.
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