miércoles, 12 de abril de 2023

¿Qué es la Ansiedad? ¿Que tanto nos puede afectar? ¿Qué aconsejan los especialistas?

 

La ansiedad es una reacción normal y saludable que se activa ante una amenaza o un peligro. La ansiedad se convierte en trastorno de ansiedad cuando esta reacción se activa en situaciones habitualmente no amenzantes/peligrosas o de manera persistente, hasta el punto que interfiere de manera importante en la vida diaria. 

 


La ansiedad es una emoción que todo el mundo ha experimentado en algún momento y que ayuda al organismo a prepararse para hacer alguna cosa importante. La ansiedad produce una reacción psicofisiológica de activación intensa del sistema nervioso central y de todo el organismo. Aparece cuando se ha de actuar en una situación que demanda un esfuerzo intenso o sostenido y sirve para activar y hacer frente a una amenaza o peligro que está ocurriendo en el presente o que puede pasa en el futuro.




Por lo tanto, la ansiedad provoca cambios en diferentes sistemas del cuerpo (activándolos) que nos preparan para actuar y ayudan a responder de manera rápida.

La ansiedad es una reacción normal y saludable en la mayoría de los casos. Por ejemplo, cuando uno afronta una entrevista de trabajo o un examen puede resultar útil porque pone en “alerta”. Se pueden notar algunas sensaciones físicas como que el corazón va más rápido o tener la boca seca, que disminuyen a lo largo de la entrevista o del examen. Incluso, antes de la entrevista o del examen se pueden notar estas sensaciones y tener algunos pensamientos como que el entrevistador puede ser muy duro o que las preguntas son muy difíciles.

Tener en cuenta que la ansiedad es una emoción normal es un aspecto importante para aquellos que la tienen, ya que el objetivo no puede ser eliminarla, sino aprender a tolerarla y gestionarla.

¿Qué son los Trastornos de Ansiedad?




Los trastornos de ansiedad se caracterizan por presentar un miedo o ansiedad intensa y/o una preocupación excesiva. Estos trastornos generan un importante malestar y afectan al funcionamiento habitual de la persona tenga la edad que tenga (ya sea de cara a la relación con la familia o amistades, o en el rendimiento en el colegio o en el trabajo). En función de cuál sea el foco principal del miedo y/o la preocupación se habla de un trastorno u otro.

  • Trastorno de ansiedad por separación. En este tipo de trastorno el menor tiene un miedo intenso de separarse de las personas que le cuidan por temor a que les pase algo y no las vuelva a ver. Por ejemplo, cuando un menor se pone nervioso cada vez que su madre se va de casa, aunque se quede con el padre. Se pone a llorar y a chillar y dice que a la madre le puede pasar alguna cosa mala por la calle o tener un accidente. Aún así, acepta ir al colegio, pero tienen que sacarlo del comedor escolar, y los padres deben ser muy puntuales cuando lo van a recoger a la salida. Solo oír hablar de las colonias de la escuela se pone a llorar.


  • Fobia específica. Cuando una persona tiene un miedo intenso a un objeto o situación (inyecciones, avión, alturas, insectos, etc.). Si la persona tiene miedo intenso a situaciones sociales (mantener una conversación, ser observado o actuar ante otras personas, etc.) se le llama trastorno de ansiedad (o fobia social). Un ejemplo de fobia específica sería, por ejemplo, cuando a una persona le dan miedo las alturas, se pone muy nerviosa, tiembla y nota como si se mareara. Un caso de trastorno de ansiedad social sería cuando una persona se siente muy nerviosa cuando habla con otras personas. Tiene miedo de hacer alguna cosa que le deje en ridículo y que los otros piensen cosas negativas
  • sobre ella. En estas situaciones la persona suele ponerse roja y al darse cuenta de esto aún se siente peor.
  • Trastorno de pánico. El ataque de pánico se define como un episodio de ansiedad repentino e intenso que se acompaña de sensaciones físicas desagradables (palpitaciones, sensación de ahogo, mareos,…) y de pensamientos que suelen ser catastróficos (miedo a perder el control o a morirse, entre otros). Con frecuencia, el trastorno de pánico se da de manera conjunta con la agorafobia. Sería el caso de una persona que nota malestar y ansiedad en situaciones en las que piensa que se puede llegar a desmayar, cuando va en el metro, el autobús, en calles céntricas, con mucha gente lo que le obliga a no coger el transporte público y a necesitar ir siempre acompañada. 
  • Agorafobia. La persona tiene de forma habitual miedo a sentir sensaciones de ansiedad (de que el corazón le vaya rápido o de sudar mucho) cuando está en algunas situaciones, por si no puede marcharse o pedir ayuda si lo necesita. A consecuencia de esto, la persona suele evitar estas situaciones como coger el transporte público, ir a un concierto o a un restaurante. Sería el caso, por ejemplo, de una persona que nota mucho malestar y ansiedad porque piensa que se puede llegar a desmayar cuando sube en el metro o el autobús lo que le obliga a bajarse antes de llegar a la parada. Al final opta por no coger el transporte público. Tiene una sensación similar cuando se va de compras o por la ciudad donde hay multitud de gente.
  • Trastorno de ansiedad generalizada. Cuando una persona se preocupa todo el tiempo por diversas cosas del día a día (por ejemplo, por el colegio, el trabajo o por la salud de sus hijos), hasta el punto de que estas preocupaciones afectan al sueño, la capacidad de concentración o la persona se siente muy tensa o fatigada. Sería el caso de una persona que siempre ha sido muy sufridora, que desde pequeña se ha mostrado preocupada por si sus padres iban bien de dinero o si se morirían. Y que desde ha comenzado a estudiar la ESO las preocupaciones han ido a más. Sobre todo se preocupa por si podrá aprobar y pasar de curso y, también, por si los amigos lo dejarán de lado cuando les dice algo inconveniente. Todo esto hace que le cueste dormir y esté en una constante tensión. También tiene días en los que le duele la cabeza y tiene dolores de barriga.

Una misma persona puede tener varios trastornos de ansiedad al mismo tiempo y no es extraño que tenga otros trastornos del ámbito de la salud mental (como la depresión, o problemas con el abuso de algunas sustancias como el alcohol).

FUENTE: PortalClinic-

 

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