El concepto de “orden mundial” ha sido una de las referencias más
comunes, utilizado por los estadistas y los funcionarios internacionales, así
como lugar común en los medios de información, pero incluso ha constituido un
importante debate académico.
Su significado se equipara, generalmente, al de relaciones
internacionales, sociedad internacional o sistema mundial. También está
asociado con el orden jurídico internacional, el derecho internacional, el
sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el funcionamiento de
otros organismos internacionales que han creado una determinada estructura
-generalmente visible-, en las distintas esferas en las que actúan, como puede
ser el sistema financiero internacional construido por las instituciones emanadas
de los acuerdos de Bretton Woods, es decir, el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional,
en donde también la Organización Mundial de Comercio ha tenido más
recientemente un papel crucial en el desarrollo del libre comercio; o también
el sistema de seguridad internacional conformado por el Consejo de Seguridad de
la ONU, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y otros acuerdos
regionales de orden militar. Resulta así que, por su continuo uso, el término
de “orden mundial” casi carece de un sentido o carácter específico, es decir,
de contenido significativo y, por lo tanto, a pesar de su empleo frecuente, no
ha sido objeto de mayor análisis o de una atención analítica o teórica más
profunda.
Para
el análisis que se propone aquí, empezaremos con apartados de carácter teórico
y conceptual. Primero mencionando algunos debates actuales sobre el “orden
mundial”, para enseguida tratar ciertas polémicas de la disciplina sobre este
concepto y el de modernidad, llevando la idea más allá de la coyuntura hacia un
sistema de larga duración y su posible fin. Estos debates darán sentido a un
apartado breve sobre otras precisiones conceptuales. Una vez establecidas las
herramientas de trabajo podremos pasar a señalar las formas del orden mundial y
cuáles corresponden al momento que denominaremos de transición hegemónica.
La
segunda parte del artículo irá analizando los elementos que componen el “nuevo
orden mundial” del siglo XXI: la esfera económica, las potencias que
intervienen, los temas de la agenda internacional y el sentido múltiple y
diverso del momento actual, que puede derivar en distintos escenarios,
dependiendo de cómo se desenvuelva la crisis múltiple actual. Finalmente, se
presentan algunas modelos que pueden ser catastróficos, pero también algunas
rutas para resolver todos estos desafíos.
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