Sin duda uno de los eventos más multitudinarios en la Iglesia
Católica y en el mundo son las Jornadas Mundiales de la Juventud o JMJ, que
reúnen a jóvenes de todo el planeta con el Santo Padre.
El
Papa Francisco ha presidido tres: La de Río en 2013, la de Cracovia en 2016 y
la de Panamá en 2019.
La
Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro (Brasil) se realizó del 22 al
28 de julio de 2013, y tuvo como principal lugar de reunión la emblemática
playa de Copacabana.
La noche del 27 de julio,
ante unos tres millones de jóvenes de todo el mundo reunidos en la vigilia, el
Papa Francisco resaltó: “¡Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del
Mundo!”, y los exhortó a “jugar siempre adelante”, siendo auténticos atletas de
Cristo y piedras vivas de una Iglesia que acoja a toda la humanidad.
Nathan de Brito, un niño brasileño, salió al paso del papamóvil
durante uno de sus recorridos y logró que los miembros de la seguridad lo
carguen y lleven hasta el vehículo. El pequeño se aferró y abrazó varias veces
al Papa Francisco, resistiéndose con lágrimas a alejarse de él, en lo que fue
sin duda uno de los momentos más emotivos de la JMJ Río 2013.
En
julio de este año, Nathan, que se prepara como seminarista para el sacerdocio, compartió con ACI Digital —agencia
en portugués del Grupo ACI— que “recordar ese encuentro es siempre reavivar la
llama de la vocación”.
El 25 de julio de 2013, el Papa Francisco se encontró con
miles de argentinos en la Catedral de Río de Janeiro, a quienes alentó a hacer
“lío” y a no licuar la fe en Jesucristo.
En
un discurso improvisado, el Santo Padre cuestionó: “¿Qué es lo que espero como
consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a
haber lío, va a haber, que acá en Río va a haber lío, va a haber”.
“Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera,
quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo
que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo
que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las
parroquias, los colegios, las instituciones son para salir; si no salen, se
convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!", resaltó.
La Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016 se realizó del
27 al 31 de julio.
El
día 28, al saludar a los fieles que lo esperaban ante el balcón
del Arzobispado de Cracovia, el Santo Padre compartió tres consejos para cuidar
y proteger el matrimonio.
El Papa explicó que quien se casa lo hace porque tiene el
“coraje” para hacerlo y alentó a los que ya tienen tiempo de casados, a los que
recién lo han hecho y a los que se preparan para el matrimonio, a considerar
tres “palabras”: permiso, gracias y perdón.
Durante su visita al
campo de concentración nazi de Auschwitz, en el tercer
día de su viaje apostólico a Polonia, el PapaFrancisco conoció
la “celda del hambre” donde fue encerrado San Maximiliano Kolbe hasta el día de
su muerte, el 14 de agosto de 1941.
En
el oscuro recinto, en cuyas paredes hay una placa recordatoria y un grabado de
las víctimas con tres cirios al centro, el Santo Padre se sentó y rezó solo y
en silencio durante varios minutos.
Sin duda, uno de los
momentos más memorables fue la vigilia de la JMJ, realizada el 26 de
enero en el Campo San Juan Pablo II – Metro Park.
Ante
cientos de miles de jóvenes presentes, refiriéndose a la Virgen María, el Santo
Padre afirmó que “sin lugar a dudas la joven de Nazaret no salía en las ‘redes
sociales’ de la época, Ella no era una ‘influencer’, pero sin quererlo ni
buscarlo se volvió la mujer que más influenció en la historia”.
“Le
podemos decir con confianza de hijos: María, la ‘influencer’ de Dios. Con pocas
palabras se animó a decir ‘sí’ y a confiar en el amor, a confiar en las
promesas de Dios, que es la única fuerza capaz de renovar, de hacer nuevas
todas las cosas”, expresó.
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