La adicción provocada por los alimentos ultraprocesados. cuidemos a los mas pequeños, alejemoslos de estas enfermedades que SI se pueden prevenir:
Fuente, Nutrygente 2023: A pesar de todo lo mencionado anteriormente, el consumo ocasional y moderado de los alimentos ultraprocesados en el contexto de una dieta sana y ejercicio físico no supone ningún riesgo para la salud. Teóricamente es muy fácil, ya que parece muy sencillo el no abusar de este tipo de alimentos.
Sin embargo, en la práctica no lo es. Como
mencionamos en un principio, este tipo de alimentos contienen compuestos y
sustancias que los hacen “ultrapalatables”, es
decir, que potencian su sabor, incluso pudiendo generar cierta “dependencia
emocional” hacia ellos. Aquí es donde radica el peligro de
estos alimentos. Pero, ¿Qué los hace tan adictivos? Pues a parte de todos los
aditivos alimentarios, nos encontramos con ingredientes tan sencillos como son:
sal, grasa y azúcar.
Obesidad y enfermedades crónicas:
El
metaanálisis de 43 estudios observacionales realizado en marzo de 2021 por Lane
et al. demostró un mayor riesgo de sobrepeso,
obesidad, obesidad abdominal,
mortalidad por todas las causas y síndrome metabólico en adultos por
el consumo de alimentos ultraprocesados. Otra revisión
sistemática llevada a cabo en febrero de 2021 por Pagliai et al. también
encontró una asociación entre el consumo de ultraprocesados y un mayor riesgo
de sobrepeso/obesidad, circunferencia de la cintura alta, niveles
de HDL bajos y LDL altos, y síndrome metabólico.
Los estudios
observacionales generalmente informan sobre que el consumo de alimentos
ultraprocesados está asociado con un mayor riesgo de hipertensión arterial,
enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, cáncer en
general y mortalidad por todas las causas.
Existe una
evidencia científica de alta consistencia que relacionan el consumo de
alimentos ultraprocesados con los resultados de salud en los adultos. Sin
embargo, esta evidencia es algo más limitada en poblaciones pediátricas. Hay varios
estudios prospectivos que relacionan el consumo de alimentos ultraprocesados
durante la infancia con un aumento rápido del IMC, mayor índice de masa grasa,
peso y la circunferencia de la cintura.
Enfermedad inflamatoria intestinal
(EII) y los ultraprocesados:
Las EII
incluye a la enfermedad de Crohn y colitis
ulcerosa, siendo un trastorno inflamatorio crónico del tracto
gastrointestinal, cuya fisiopatología se cree que está relacionada con la
activación del sistema inmunitario de la mucosa intestinal en respuesta a la disbiosis
del tracto gastrointestinal en personas genéticamente
susceptibles. La dieta puede alterar la flora intestinal, y modificar así la
respuesta inmunitaria intestinal. Es por esto que se ha relacionado a la dieta
con un papel importante en la patogenia de la EII.
La relación
de los alimentos ultraprocesados y la EII surge de un hecho observacional. La
incidencia (nuevos casos) de esta patología ha incrementado en
varios países donde antes era muy poco común. Este aumento ha ido en paralelo
con la adopción de una dieta más occidentalizada. De esta forma, este tipo de
dietas ricas en azúcares refinados, grasas saturadas, poca fibra, etc. se ha
sugerido como un posible factor de riesgo para el desarrollo de EII.
En un
estudio llevado a cabo en julio de 2021 de la mano de Narula et al. hace
evidente la relación entre una mayor ingesta de este tipo de alimentos con un
mayor riesgo de EII. En este estudio, varios alimentos como la carne blanca
(pollo, pavo), la carne roja sin procesar, lácteos, almidón, frutas, verduras y
legumbres no se asociaron con el desarrollo de EII. Por ello, este
estudio sugiere que podría no ser el alimento en sí mismo el problema, si no,
el procesamiento de este. Es en este punto, donde recae la
importancia de los ultraprocesados, siendo alimentos que tienen un alto nivel
de procesamiento.
Cáncer producido por alimentos
ultraprocesados
El
8-hidroxi-2-desoxiguanosina (8-OHdG), es un biomarcador del daño
del ADN generando por oxidación, que ha sido ampliamente
utilizado como indicador de estrés oxidativo y de actividad
cancerígena. Los alimentos ultraprocesados, como ya hemos
mencionados, se han convertido en una de las principales fuentes de alimentos
consumidos en los patrones alimentarios de los diferentes países del mundo.
Varios estudios han asociado el consumo de este tipo de alimentos con efectos
adversos contra la salud, como los mencionados anteriormente, entre los que se
encuentra el cáncer, enfermedades
cardiovasculares y obesidad.
El estudio
publicado por Edalati et al. en junio de 2020 demostró que una mayor ingesta de
alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor biomarcador urinario de 8-OHdG
en adolescentes sanos. Los mecanismos detrás del efecto que tienen los
alimentos ultraprocesados sobre el daño oxidativo no están claros. Por un lado,
varios estudios han demostrado que este tipo de alimentos (galleta, pasteles,
pan industrial, patatas fritas y café) suelen contener niveles altos de
acrilamida, un compuesto que tiene efecto cancerígeno, aunque
no hay evidencia epidemiológica suficiente al respecto. Por otro lado, estos
alimentos pueden contener emulsionantes y otro tipo de
edulcorantes artificiales que pueden afectar negativamente a la microbiota
intestinal e inducir estrés oxidativo e inflamación. Otra
forma sería a través de la fructosa que contienen, que podría dañar el ADN
mitocondrial en el hígado.
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