Todo comenzó allá por el
año 1958, (De 9 años de edad aproximadamente) con las veladas artísticas que
anualmente realizaba la Escuela Nº 24 Remedios de Escalada de San Martin, (hoy
Centro de Jubilados) el Club CASET cedía sin cargo las instalaciones para que
se realizaran los pasos de comedia de los alumnos en los que yo participaba
activamente. Fueron momentos de gran
comunicación entre las familias que se reunían abarrotando el salón.
También participe en el
PAPI FUTBOLL, pero me di cuenta que no era lo mío, no servía ni para aguatero.
También por aquellos años fui caramelero (vendedor de golosinas con una caja de
madera colgada del cuello, proporcionada por Lilo Pantaneti, el por entonces
cantinero del club) en las funciones de cine las cual disfrutaba mucho.
Ya de unos 15 años de edad
formamos un grupo llamado Cuarteto Real de música tropical y algunos temas
románticos como se estilaba por entonces, actuábamos en ese querido escenario
para carnaval o lo que se presentara, también durante bastante tiempo y con la
autorización de la comisión directiva realizábamos veladas sábados y
domingos de 6 a 9 horas, (matiné) donde
jóvenes y no tan jóvenes se acercaban a bailar o simplemente a oír música o tomarse un vermut con ingredientes, los
eventos los realizábamos en el palco de la derecha, donde Lilo Pantaneti
sorteaba entre los presentes un lechón servido. CASET nos cedía el espacio sin
cobrar honorarios.
Más adelante realizaba exposiciones y venta de mis fotografías enmarcadas para reunir fondos para una biblioteca, liderando el evento la Señorita Coca Rovito, CASET siempre ofreciendo para estos eventos culturales las instalaciones sin cargo. Algo real surgió de aquello, existe hoy la Biblioteca Popular Fortín El Triunfo-
Durante los años
subsiguientes concurrí a las cenas de aniversario y las del cumpleaños del
pueblo, también celebramos con inmensa alegría los 15 años de mis ahijadas,
Romina, Ailen y Ludmila. Como broche de oro recientemente CASET me realizo un
reconocimiento público al que agradezco y atesoro con mucho afecto, fue una
verdadera caricia al alma, “sentirse profeta en su propia tierra es el sueño de
músicos, bailarines, cantores y poetas”
Recordemos que CASET tiene una trascendencia social que no podemos
ignorar, porque ha ayudado en este intenso siglo de vida a forjar el espíritu
de las mujeres y hombres de nuestro pueblo, desde lo histórico/cultural a lo
deportivo. ¡GRACIAS CASET por ESTOS 100 AÑOS de SACRIFICIOS! Gracias a aquellos
triunfenses que compusieron las distintas COMISIONES DIRECTIVAS para que hoy CASET se vea tan increíble, ya que
quienes lo fundaron hace un siglo, se asombrarían y estarían orgullosos de las
instalaciones que ofrece el club hoy a la comunidad.
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