Hoy es inconcebible entrar en una consulta y que el médico le reciba
fumando. Pero no solo no siempre fue así, sino que hubo un tiempo en el que
incluso protagonizaban campañas publicitarias de tabaco.
Hasta el siglo XX los estudios médicos no habían demostrado los
perjuicios del tabaco para la salud, es entonces cuando comienza la lucha
contra los gigantes de las tabacaleras y las campañas de concienciación a los
consumidores. A estas alturas de la Ley antitabaco, tan controvertida en un
principio, los
datos hablan de una reducción significativa en la venta,
concretamente hasta niveles de hace 50 años, aunque habría que
tener en cuenta factores como la crisis económica, el paro, las subidas de
impuestos y precios, y el aumento del contrabando.
El tabaquismo no
constituyó un verdadero problema de salud hasta finales del siglo XVIII, cuando
comenzó a producirse de manera industrial y masiva. La
publicidad de la época ayudó a introducir su consumo en todas las esferas
sociales, y no entendía de sexo, raza o edad. En este cartel de
Dr. Battys [en el párrafo anterior], los cigarrillos están indicados para curar
el asma, aunque, eso sí, no estaban recomendados para menores de seis años.
El tabaco no sólo era apto para cualquiera, también era altamente
aconsejable para curar la tos o para
adelgazar. En un primer momento, fumar era cosa de hombres
y se asociaba en publicidad a 'profesiones respetables' como médicos, policías,
científicos, militares... Pero a partir del siglo XX las tabacaleras empezaron
a dirigirse directamente a las mujere.
Llama la atención que en la publicidad racista de la época, las personas
de raza negra solían desempeñar el papel de sirvientes, sin embargo a la hora
de fumar cualquiera podía ser un señor.
La publicidad y el
patrocinio de los productos del tabaco, así como toda clase de publicidad y
promoción en todos los medios y soportes lleva prohibido en España desde 2005.
En un esfuerzo por reducir el consumo de los fumadores y proteger a los menores
del vicio, se han lanzado cientos de campañas antitabaco a nivel mundial, cada
cual más dura
Imágenes de pulmones podridos en las cajetillas, duras y gráficas
campañas en los medios de comunicación, exclusión del humo en los lugares
públicos... ¿Qué será lo próximo para tratar de erradicar, o por lo menos
seguir reduciendo el consumo? Quizá sigamos el ejemplo de Reino Unido que
impondrá los paquetes sin logotipo ni nombre de la marca a partir de 2016. Como
era de esperar, las tabacaleras, que con cada nueva medida ven más amenazado su
negocio, denuncian la iniciativa y llevarán la decisión a los tribunales. La lucha continúa.
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