En el mundo actual, una tecnología con 140 años de antigüedad
intenta resurgir. Conocida como conversión de energía
térmica oceánica (OTEC), fue propuesta por primera vez por un físico francés llamado
Jacques Arsene d’Arsonval en 1881.
La OTEC aprovecha la diferencia de temperatura
entre las aguas superficiales calentadas por el sol y las frías profundidades
del océano para proporcionar un suministro continuo y rentable de
energía limpia a pequeñas islas y países costeros.
Cómo funciona OTEC
Tradicionalmente,
los sistemas OTEC utilizan el agua de mar caliente de la superficie para
evaporar un fluido de bajo punto de ebullición, como el amoníaco, que produce
un vapor que hace girar una turbina para generar electricidad.
A
continuación, se utiliza agua fría de las profundidades del océano para enfriar
el vapor y condensarlo de nuevo en un líquido para que el ciclo pueda
continuar.
Esto
significa que no necesita utilizar combustibles fósiles como petróleo, gas o
carbón para producir electricidad. e lo explico paso a paso:
1. Agua Caliente y Fría: Piensa en el
océano como si tuviera dos capas de agua. La capa de arriba está calentita
porque el sol la calienta, y la capa de abajo está fría porque está más
profunda y lejos del sol.
2. Hacer Vapor: En OTEC usamos una
máquina especial para calentar un líquido (que se evapora fácilmente) usando el
agua caliente de arriba. Este líquido se convierte en vapor, como cuando el
agua hierve y sale vapor.
3. Girar una Turbina: Este vapor se usa para
empujar las aspas de una rueda grande llamada turbina, que es como un
molinillo. Cuando el molinillo gira, hace electricidad.
4. Enfriar el Vapor: Después, usamos el agua
fría de la parte profunda del océano para convertir el vapor de nuevo en
líquido. Es como cuando el vapor de tu aliento en un día frío se convierte en
gotitas de agua en una ventana.
5. Repetir el Proceso: Este líquido se
calienta de nuevo y el proceso se repite una y otra vez.
Ventajas OTEC
Tiene
importantes ventajas medioambientales sobre los combustibles fósiles, y la
energía nuclear, requiere menos terreno que las tecnologías de energías
renovables como la solar, la eólica, la biomasa y la hidroeléctrica.
Además, tiene el potencial de producir mucha
más energía útil y asequible que la que podría generarse a partir de otras
fuentes renovables.
A
pesar de que tiene el potencial de
igualar la capacidad combinada de todas las centrales eléctricas de carbón del
mundo, la OTEC se enfrenta a muchas barreras tecnológicas y
financieras, además de a la competencia de fuentes de energía renovable más
asequibles.
En
la actualidad, sólo hay conectadas a la
red dos centrales OTEC a escala piloto en Hawai y Japón, que generan energía
suficiente para unos cientos de hogares.
Sin
embargo, una empresa emergente con sede en el Reino Unido, Global OTEC, está decidida a superar estos retos y liderar un renacimiento
de la energía oceánica. La empresa presentó conceptos avanzados de Dominique,
su plataforma de Conversión de Energía Térmica Oceánica (OTEC) de nueva
generación capaz de generar 1,5 MW, en el Foro Internacional de Viena sobre
Energía y Clima (IVECF) celebrado la semana pasada en Austria.
La plataforma aprovecha las aguas oceánicas
mediante un conjunto de módulos OTEC y está previsto que se instale en Santo
Tomé y Príncipe en 2025.
Global OTEC optó por un diseño único de barcaza
flotante para hacer frente a los caros requisitos de infraestructura de las
centrales OTEC terrestres tradicionales. El diseño elimina la necesidad de
múltiples tuberías kilométricas fijadas al lecho marino, lo que reduce
considerablemente los costes del proyecto.
Aunque
la tecnología aún no se ha probado en gran medida a esta escala, Global OTEC
confía en su diseño. Recientemente obtuvo una certificación de diseño clave
para la tecnología de tuberías frías de Dominique, lo que constituye un hito
fundamental en su búsqueda de la viabilidad.
Global
OTEC realizará ahora un estudio geotécnico (del lecho marino) y, a
continuación, finalizará el diseño detallado del sistema específico del
proyecto, seguido de la construcción e instalación del sistema. La empresa
espera empezar a poner en servicio Dominique a finales de 2025.
La tecnología de la energía térmica oceánica puede
complementar las energías renovables intermitentes, como la eólica y la
solar, y proporcionar a estas islas energía de base, reduciendo
significativamente su dependencia de los combustibles fósiles y allanando el
camino hacia un futuro más ecológico y sostenible.
A
diferencia de muchas energías renovables convencionales, la tecnología de Global OTEC también es especialmente adecuada
para islas tropicales y ciudades costeras porque requiere
mucho menos espacio y genera energía día y noche, todo el año. La empresa
afirma que su sistema puede reducir los
gastos de gasóleo entre un 25% y un 50%, disminuir los costes y estabilizar el
precio de la electricidad, reduciendo la frecuencia de los apagones. Requiere
una décima parte del espacio que necesitan las centrales solares.
Dominique
desempeñará un papel clave no sólo en la transición hacia una energía limpia en
Santo Tomé y Príncipe, sino en los pequeños Estados insulares de todo el mundo,
ya que puede descarbonizar 10 GW de capacidad instalada de gasóleo que habrá
que sustituir en la próxima década en los 32 países de SIDS DOCK.
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