lunes, 15 de enero de 2024

Madre Tierra: el grupo de 35 productores de Santa Fe que buscan cambiar paradigmas productivos.

 

Iniciaron su actividad en la cuenca lechera de Rafaela y ahora proponen una transformación en los procesos productivos tradicionales, contemplando un conjunto de prácticas que constituyen a sistemas agropecuarios más sostenibles.



Un grupo de productores agropecuarios, sostenidos por el apoyo del INTA Rafaela, trabajan con estrategias de producción no convencionales en ganadería y agricultura desde hace casi tres años.

Cuenta con 35 miembros activos que crearon una red de articulación con distintos actores del territorio, público y privado, para dar respuesta a la diversidad productiva con foco en la producción sostenible y a las realidades que caracterizan y dan identidad al grupo.

 


La actividad del grupo comprende a las Agencias de Extensión Rural de EsperanzaCarlos Pellegrini, Ceres y Castellano, con cinco técnicos que acompañan el proceso de los “Madre Tierra” y que en cada reunión proponen un tema técnico productivo y realizan un seguimiento en los recorridos a campo.

“El camino de transición, pasar de una producción tradicional a buscar otras maneras de producir, tiene sus idas y venidas. Es un proceso que implica mucho conocimiento, implica mucho trabajo, y mucha ingeniería”, aseguró Fabiana Beccaria, una de las extensionistas a cargo del proyecto.

Desde el INTA están convencidos que la construcción de aprendizaje es colectiva y que la agroecología tiene como una de sus bases al trabajo en conjunto. Es así que su apoyo hacia el grupo lleva más de dos años de reuniones, de trabajo ininterrumpidos mensuales a las que se le fueron sumando productores.

Somos un colectivo compuesto por productores, productoras y profesionales que acompañan procesos de producción agroecológica”, cuenta Beccaria, quien desarrolla su actividad de investigación desde el INTA Castellano.

PROPUESTAS Y TRABAJO ARTICULADO

El grupo se conforma a partir de la propuesta de comenzar a intercambiar lo que se hace en cada experimental del grupo regional de agroecología, el que incluye a profesionales vinculados a la temática de las tres estaciones experimentales  de la provincia: OliverosReconquista y Rafaela.

El beneficio de trabajar articuladamente tiene que ver con que son tres ambientes diferentes, donde se busca replicar en esos tres espacios diferentes protocolos unificados de manejo sustentable en campos agrícolas y ganaderos.

Los temas que abordan varían desde la utilización de bioinsumos, la adecuación de producciones en los espacios periurbanos, la comercialización y el valor agregado, el diseño de los sistemas, entre otros. En todos ellos, el productor tiene un rol fundamental porque el sustento del mismo es aplicado tranqueras adentro en sus campos.

“Buscamos generar una red que favorezca no solo el intercambio de información técnica y científica sobre el tema, sino también generar estrategias de trabajo común que articule toda la provincia”, advierte la extensionista.

 

SER RESILIENTES CON EXPERIENCIAS

Hernán Mauro, uno de los miembros del grupo Madre Tierra, trabaja en una empresa familiar en la que manejan dos unidades productivas, una en Cañada Rosquín y otra en Las Bandurrias.

La primera es agrícola ganadera, con la idea de en los próximos tres años sea 100% ganadera. En tanto, la segunda es una unidad productiva de ganadería.

Para el productor, llegar al campo y ver cortinas forestales, pasturas florecidas con flores de distintos colores, insectos, la hacienda pastando tranquila (algunos acostados, otros comiendo en armonía) “nos hace sentir parte de ese ecosistema y genera felicidad”.

Mauro destacó que el negocio de la agricultura, tal cual como se hizo en los últimos 10 años, “ya está agotado”.

“Hay que pensar en otro tipo de sistema. Hoy, entre los costos productivos, el valor del alquiler y los rendimientos, hacen que el margen bruto de la actividad sea muy bajo y no concuerde con el riesgo que uno asume”, explicó convencido.

Madre Tierra para muchos de los productores es un grupo de contención en el que se plantea la producción de una manera diferente. Lo interesante de la propuesta es la unión entre los miembros para compartir experiencias, para hacer las cosas de otra manera ya que hay varias experiencias exitosas.

PRODUCIR EN ARMONÍA

El grupo se propone lograr sistemas mucho más resilientes, en donde se vive y produce de otra forma, con la mayor armonía posible con la naturaleza. Desde lo técnico, contribuyen con el intercambio de información.

“Los errores que yo cometí los comento en el grupo para que otro lo pruebe de otra manera o no lo cometa”, cuenta Mauro.

Además, comparte que los sistemas agroecológicos son más estables, menos insumo dependiente, y por ende más económicos a la larga.

“La ganadería, de la forma en la que la hacemos nosotros, es un sistema completamente distinto, que incluso te da una independencia económica del sistema y eso también da tranquilidad”, insistió.

El primer cambio en los procesos productivos es ser crítico a la hora de tomar decisiones, no tomarlas porque el sistema dice que hay que tomarlas. “En eso me refiero a el uso de agroquímicos en el que uno se plantea otros umbrales de acción para la toma de decisiones para esas aplicaciones. Lo cual requiere un esfuerzo y un tiempo completamente diferente al sistema agrícola convencional, es decir usar nada más que lo necesario”, puntualizó.

El productor detalló que en los lotes agrícolas, de cultivos de cobertura, de cultivos de invierno, es clave la incorporación de insumos biológicos para reemplazar insumos químicos. Pero también destacó: “la incorporación de la ganadería dentro del sistema, el uso en algunos elementos de labranza mínima, superficial, para control de malezas, también es una opción”.

PROCESOS ALENTADORES

Los productores que intervienen en Madre Tierra aseguran que este sistema llegó para quedarse y las expectativas de progreso son marcadas. “Que hoy INTA esté involucrado en esta experiencia es muy alentador”, sostienen en el grupo.

En la medida que se pueda generar y compartir información validada por personas que se dedica a eso, y ver que se pueden hacer las cosas de otra manera, es sumamente importante para reflejar con datos reales esta novedosa manera de hacer agricultura y ganadería.

“Se trata de imitar a la naturaleza que es muy sabia y trabajar juntos en la obtención de frutos económicos, pero también de usar la razón, la coherencia y en ese contexto, establecernos nuestros sistemas productivos”, enfatizó el entrevistado.

 

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