Para que la cebolla llegue a cada casa, son varias las etapas que se suceden antes del embolsado. Tras la cosecha, la cebolla se seca en el campo y allí mismo es descolada de manera manual.
Para que la cebolla
llegue a cada casa, son varias las etapas que se suceden antes del embolsado.
Tras la cosecha, la cebolla se seca en el campo y allí mismo es descolada de
manera manual. Esta tarea, que forma parte del paisaje de cada invierno en las
zonas cebolleras como el Valle Bonaerense del Río Colorado, presenta un desafío
para mejorar la cadena en su conjunto.
Una de las
principales actividades productivas del Valle, que se encuentra ubicado en el
Partido de Villarino, es el cultivo de cebolla, destinado tanto
para el mercado interno como para exportación. El principal destino de
exportación es Brasil.
Pero una de
las dificultades que enfrenta este cultivo es que el gran porcentaje del
descolado de la cebolla (extracción de las hojas y las raíces de la planta una
vez que está seca) se hace manualmente.
"Una parte se hace mecánica, pero la
calidad del trabajo manual es muy alta, que es lo que demanda sobre todo la
cebolla de exportación", sostuvo Juan Pablo D'amico, del INTA Hilario
Ascasubi.
Por su parte,
Luis Mamani, productor bonaerense, mencionó las dificultades de la labor
manual: "La tarea de descole se hace arrodillado durante tres o cinco
horas. El embolsado se hace agachado y por lo tanto trabaja mucho la
cintura", además, D'amico hizo hincapié en la eficacia del trabajo manual:
"Sale con mejor calidad que con la descoladora".
Para el
Director del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la
Agricultura Familiar (CIPAF), Diego Ramillo, "el trabajo de descolado es
muy duro".
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