jueves, 1 de febrero de 2024

El saber nos hará libres: La araña más letal del mundo es capaz de modificar su dosis de veneno.

 

Esta especie puede, según un estudio realizado en Australia, cambiar su reserva de sustancia tóxica en función de su frecuencia cardíaca y la actitud defensiva.

La araña embudo australiana (Atrax robustus) es conocida por ser la más letal del mundo. Su veneno es extremadamente poderoso, aunque ahora se ha descubierto que es irregular y que el arácnido tiene la capacidad de cambiarlo según el contexto y las circunstancias a las que se enfrente, según un estudio de la Universidad James Cook (Australia), publicado en la revista especializada Toxicon.



En su trabajo, los investigadores comprobaron que la expresión de algunos componentes del veneno se asoció con la frecuencia cardíaca y la actitud defensiva, si percibían o no peligro, por ejemplo. Las otras especies no demostraron esto, “lo que sugiere que las asociaciones particulares pueden ser específicas de la especie” Atrax robustus.

Los científicos australianos llevan décadas estudiando a las arañas embudos, una especie venenosa endémica, que se distingue por ser la más letal del mundo. “Tienen los venenos más complejos del mundo natural, y son valoradas por los bioinsecticidas terapéuticos y naturales que están potencialmente ocultos en sus moléculas de veneno”, explica la doctora Linda Hernández, del Instituto Australiano de Salud y Medicina Tropical de la Universidad James Cook.

En su estudio, los investigadores examinaron el veneno producido por diferentes especies de telaraña en embudo en diferentes condiciones. Para ello, el equipo recolectó cuatro especies diferentes de tela en embudo: Border Ranges (Hadronyche valida), Darling Downs (Hadronyche infensa), Southern tree-dwelling (Hadronyche cerberea) y Sydney funnel-web (Atrax robustus), y las sometió a diferentes pruebas, como ser pinchadas con pinzas.



“Mapeamos su comportamiento y medimos su frecuencia cardíaca con un monitor láser para establecer un valor indirecto de su tasa metabólica. Luego recolectamos su veneno y lo analizamos con un espectrómetro de masas”, detalla Hernández.

Tras los resultados, los investigadores encontraron que ciertas arañas tenían variaciones en su veneno en función de diferentes factores, como la actitud defensiva y la frecuencia cardíaca.

Los hallazgos más llamativos se dieron en la especie Border Ranges: “Con la red de embudo de Border Ranges, la expresión de algunos componentes del veneno se asoció con la frecuencia cardíaca y la actitud defensiva. Las otras especies no demostraron esto, lo que sugiere que las asociaciones particulares pueden ser específicas de la especie”.



En sus conclusiones, los autores aseguran que estas arañas pueden usar diferentes estrategias de comportamiento para compensar estos costos: "Nuestros resultados sugieren que las arañas podrían aumentar su tasa metabólica cuando usan venenos y reducir su movimiento cuando enfrentan una amenaza”

Además, ponen en valor su estudio, al demostrar “por primera vez cómo los componentes específicos del veneno están asociados con variables fisiológicas y de comportamiento particulares, demostrando que estas relaciones dependen del contexto”.

 

 

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