¿Por qué mi mente no se calla?
Fuente:
Terapify Psicólogos- La mente inquieta o llena de pensamientos puede ser una
experiencia común para muchas personas, existen algunas razones por las cuales
tu mente no se calla o no está quieta, estas podrían ser:
- Estrés:
tener estrés en tu vida diaria y vivir constantemente preocupado puede ser
causa de esta agitación mental y por lo cual no pueda controlar tu mente.
- Ansiedad:
la ansiedad puede hacer que tu mente esté todo el tiempo pensando en cosas
malas o preocupaciones excesivas, algunos síntomas de ansiedad como la
rumiación y la hipervigilancia son factores que mantienen a la mente
ocupada.
- Estimulación:
si tienes una estimulación constante puede que tu mente esté llena de
distracciones y estímulos como de noticias buenas o malas, o incluso de
vídeos de redes sociales que alertan de cosas que suceder, la sobreestimulación
puede afectar a tu mente.
- Patrones
de pensamientos: puedes tener pensamientos negativos o autocríticos
constamente contigo mismo y que están en constante diálogo en tu mente y
esto podría afectar tu bienestar mental.
·
Recuerda que tener una mente en
constante pensamiento es signo de que podrías estar pasando por una situación
que te incomode e incluso no te deje dormir, si es el caso es mejor liberar
esas voces en tu mente a través de la palabra, platicando con un profesional de
la salud como una psicóloga.
·
¿Cómo controlar mi
mente o calmarla?
·
Tener una mente inquieta puede
resultar incómodo cuando realizamos nuestra actividades diarias, por lo que te
enseñamos algunas técnicas para controlar tu mente o calmarla:
·
Intenta
posponer el pensamiento
·
Cuando tratas de suprimir un
pensamiento para calmar tu mente, el efecto que generas es que ese pensamiento
se hace más intenso.
·
Ahora bien, cuando intentas posponer ese
pensamiento que amenaza tu paz, el efecto es positivo. Asígnale
un tiempo al posponerlo, por ejemplo, puedes decirte “en 30 minutos pensaré en
esto para solucionarlo y no ahora que tengo que entrar a una reunión”.
·
De esa forma evitarás la supresión y
quedarte enganchado, y te preocuparás cuando realmente te des el espacio para
observar lo que estás pensando y ver qué puedes hacer.
·
Desarrolla
la aceptación
·
La aceptación no tiene que ver con la
resignación. Se trata de reconocer los pensamientos, saber que están allí y
dejarlos irse.
·
Si tienes una preocupación, acepta
que está allí, que viene para darte un mensaje, y ya. No viene a quedarse
eternamente. Agradece al pensamiento por alertarte y aprende a identificar
cuándo es una preocupación sustentada en la realidad y cuándo se trata de algo
que no merece tu atención.
·
Practica
la meditación
·
Cuando te preguntes cómo calmar mi
mente, recurre a la meditación. Esta herramienta es similar a la aceptación, se
trata de cultivar una actitud sin crítica y compasiva hacia los
pensamientos.
·
A continuación, te
contamos algunos pasos para meditar en esos momentos en
los que tus pensamientos no te dejan en paz:
·
- Siéntate
en el suelo o en una silla.
- Mantén
la espalda recta.
- Coloca
las manos sobre tus piernas.
- Mantén
los ojos cerrados.
- Respira
profundamente varias veces.
- Observa
el movimiento abdominal que se genera con la respiración.
- Después
de unos minutos lleva la atención a la entrada y salida del aire a través
de tu nariz. Sé consciente del ritmo, de la temperatura, o de las
sensaciones que aparezcan.
- Céntrate
en un punto concreto, y empieza a contar tu respiración hasta llegar a 10.
Al llegar al 10, deja de contar durante unos segundos y vuelve a
empezar.
Con estos
pasos lograrás meditar y calmar tu mente, aprenderás a observar y aceptar tus
pensamientos para que estos no lleguen a afectarte.
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