¿Luego de
mimarlos tanto es más difícil comerlos? El certificado Welfair® en Bienestar
Animal, que se aplica en la Unión Europea, se expande en Latinoamérica y
nuestro país podrá acceder de manera directa a este sello de reconocimiento
internacional. Basado en los
protocolos de evaluación europeos Welfare Quality® y AWIN®, Welfair™ es el certificado de Bienestar Animal que
se centra en la observación y la evaluación de los animales y de su
comportamiento.
Se trata de un sello de reconocimiento
internacional que evalúa
los principios básicos del bienestar basados en la alimentación,
el alojamiento, la salud y el comportamiento en animales destinados a la
producción de carne, leche, huevos y fibra.
Esta
certificación europea se expande a Latinoamérica con Welfare y lo hace con la
participación de referentes internacionales en bienestar animal, entre los que
se destacan especialistas del INTA como Leandro Langman quien celebró la convocatoria.
“Esto representa un verdadero
posicionamiento del INTA a escala nacional e internacional como
institución de referencia ante los organismos europeos intervinientes, abriendo
un potencial canal de articulación con países referentes en la temática”,
expresó el profesional.
Por otra parte, sostuvo que hace 10 años INTA
está articulando con referentes en la temática del Instituto de Investigación y
Tecnología Agroalimentarias (IRTA, por sus
siglas en catalán) que desarrolló Welfair™. “De allí es que se realiza esta convocatoria
para participar en la expansión de este esquema de certificación a
Latinoamérica”, subrayó.
BIENESTAR ANIMAL: UN
PROGRAMA QUE SE EXPANDE
Gracias al grado de evolución y
demanda, se está planteando expandir el esquema de certificación desde España,
país de origen, a una mayor cantidad de países europeos así como el de plantear
su expansión también a América Latina.
“Ser parte de esta iniciativa nos brindaría la posibilidad de acceder al sistema de
certificación de mayor reconocimiento internacional en
términos de bienestar animal”, anticipó Langman.
En esta línea, el referente del INTA
aseguró que “la Argentina, al igual que muchos
países de la región, avanzó mucho en materia de bienestar animal,
con fortalezas obtenidas en los últimos años y algunas debilidades en distintas
etapas de la cadena,
las cuales se centran en el diseño de las instalaciones y la capacitación del
personal involucrado en el manejo del ganado”.
Además, afirmó
que todo esto se puede mejorar con el trabajo continuo como el que se viene
haciendo de distintos organismos, entre ellos el INTA, por quien destacó su rol. “El INTA es un organismo de referencia
capacitado para participar en ese tipo de cuestiones, así como brindar
respuesta en determinados problemas y oportunidades. Desde hace más de
una década generamos información con base científica y brindamos conocimientos
al sector productivo en materia de bienestar animal”, dijo.
UNA
EXIGENCIA MUNDIAL
Frente a un contexto global en el
que se expone la necesidad de promover el bienestar de los animales de
producción, sumado a una creciente demanda de los consumidores, se impulsó el
aumento en las exigencias reglamentarias, así como la necesidad de adoptar
cambios para diferenciar y asegurar determinados estándares de un producto o proceso.
Para definir las diversas
estrategias que se pueden adoptar en todos los eslabones que integran la cadena
productiva, desde hace unos años en Europa se cuenta con la posibilidad de
acceder a la certificación en bienestar animal Welfair™.Se trata de un
sello que está homologado por el IRTA en colaboración con el Instituto
Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario Neiker. Para lograr esta certificación es clave cumplir con una
serie de prerrequisitos, además de auditorías rigurosas mediante la
utilización de los protocolos europeos de evaluación de bienestar animal Welfare
Quality® y AWIN®. Estas
herramientas posibilitan una evaluación y control de la
calidad del bienestar animal e impulsa una mejora continua en materia de buenas
prácticas, respetuosas y sostenibles en las producciones animales. Tanto en la
producción primaria como en plantas de faena para las diversas especies y
cadenas productivas tales como bovina, porcina, ovina y para
gallinas, pollos, conejos y pavos.
IMPACTO
POSITIVO
“Incorporar herramientas de
bienestar animal puede tener un impacto positivo en la cantidad y/o calidad de
productos de origen animal, en la posibilidad de responder ante posibles
barreras paraarancelarias establecidas por terceros países, agregar valor al
producto/proceso y en brindar calidad ética en productos de origen animal”,
subrayó Langman, convencido por las funcionalidades de esta herramienta.
Sobre este punto, se refirió a los
logros tales como Bienest.AR,
un protocolo de bienestar animal para bovinos de engorde a corral único en Latinoamérica
que fue desarrollado en convenio con el IPCVA, especialistas del INTA, de
diversas Universidades nacionales e internacionales y del Senasa, en colaboración con la Cámara Argentina
de Feedlot (CAF).
Finalmente, otro punto a remarcar es
que en la actualidad, se están desarrollando tres protocolos más para bovinos
en recría y en engordes semi-intensivo y extensivo.
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