jueves, 18 de julio de 2024

MAIZ: El frío, que ayudó a reducir la temible población de la chicharrita. “Todo lo malo trae algo bueno”

 

Según investigadores del INTA, la ola polar, de las últimas dos semanas consecutivas afectaron la supervivencia de los adultos de chicharrita que se encontraban activos en los refugios invernales.



Una buena para el campo. El fenómeno de la “chicharrita” podría minimizar su efecto y parte de la razón, está dado por las bajísimas temperaturas que azotaron a la Pampa Húmeda durante los últimos días de junio y primera semana de julio.

Pensando en la presente campaña, “todo indicaría que el frío y las frecuentes heladas van a favorecer al saneamiento de gran parte del área pampeana respecto a la plaga”, coinciden varios investigadores de INTA.



Ocurre que “la chicharrita, vector de virus y bacterias causantes del achaparramiento del maíz, es un insecto proveniente de zonas tropicales. Es decir, no le gusta el frío”, sentenció Fernando Ross -especialista del INTA Barrow, Buenos Aires-

No obstante, -explicó- la plaga tiene la capacidad de sobrevivir si es expuesta a 5 grados bajo cero durante 24 horas. Sin embargo, se alimenta y se reproduce en plantas de maíz, cultivo que no está disponible en el invierno. Por lo cual, en definitiva, la plaga se enfrenta a un escenario complejo.



Por su parte, de acuerdo con Federico Massoni -experto del INTA Rafaela, Santa Fe-, “los bajos registros térmicos de la última semana de junio y la primera semana de julio redujeron las poblaciones de Dalbulus maidis”.  Además agregó: “Vemos que con el correr de los días, tanto hembras -que se hallaron en mayor proporción- como machos de chicharritas, disminuyeron el número de insectos capturados en los muestreos sucesivos hasta encontrarnos con unos pocos ejemplares durante los últimos recuentos a fines de junio y principios de julio”.

 

 

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