viernes, 19 de julio de 2024

Quienes son los HUNZA, ¿porque viven más y mejor? Sepamos un poco de ellos.


 


El valle de Hunza está situado en los Gilgit-Baltistan, en Pakistán, una de las dos entidades políticas de Cachemira. Se encuentra a unos 2.400 metros de altura y se extiende por una superficie de 7.900 km y sus habitantes (unos 30.000) pueden presumir de su longevidad, ya que la mayoría de ellos viven más de cien años (algunos han llegado a los 130) y cuando fallecen, las causas se deben en su mayoría a la vejez y no a enfermedades. Incluso dicen que los hombres pueden procrear hasta los 75 años.




La dieta Hunza es una de las tendencias en cuestiones de alimentación de las que más se está hablando en los últimos tiempos. Y no es para menos, ya que es el estilo de vida del pueblo que da nombre a esta dieta hace que sus habitantes sean los más longevos del mundo. Por supuesto, su estilo de vida es difícilmente aplicable a nuestra sociedad occidental, pero sí que ha habido adaptaciones que podemos aplicar a nuestro día a día para tener una salud más fuerte y lejos de posibles enfermedades.




Dicen que la felicidad y el estilo de vida que lleva esta población es lo que les lleva a vivir más años que la mayoría de la población mundial e incluso se ha comentado que los más ancianos siguen practicando deporte. Además, su aspecto no se corresponde con su edad real y todos aparentan ser mucho más jóvenes de los años que realmente tienen. 




Los pilares fundamentales en el estilo de vida de los Hunza son tres: comida orgánica, beber agua alcalina y practicar ciertos ejercicios a diario para mantenerse flexibles y activos durante más años. Además, dicen que se bañan en agua helada cada día y todo lo que comen es totalmente alcalino, es decir, no ha pasado por ningún proceso industrial o químico. Incluso priorizan la lactancia materna hasta los tres años de vida.

Su alimentación saludable básica consiste en vegetales –muchos de color verde– frutas de temporada que consumen crudos y frescos y solo en algunas ocasiones los hacen calientes, cocidos con agua o al vapor. En verano suelen comer albaricoques secos, maíz y zanahorias, además, complementan la dieta con queso de oveja y granos germinados en los meses más fríos del invierno. Aproximadamente, al día ingieren unas 1.9000 calorías, de las que el 80 por ciento son carbohidratos y muy pocas proteínas. A esto le añaden beber agua del glaciar y tomar leche no pasteurizada de cabra y queso de cabra sin sal.

Al consumir productos con una cantidad muy baja de grasas saturadas, previenen enfermedades como la gota, la artritis reumatoide, los cálculos renales, la diabetes, los problemas cardiovasculares o la osteoporosis, entre otras. Obviamente, en nuestra cultura sería muy complicado seguir sus costumbres tanto físicas, como bañarse en agua helada, como de alimentación y está claro que es necesario ingerir también productos con un buen nivel de proteínas y otros alimentos para seguir una alimentación saludable, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud. 

 

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