Este compuesto atraviesa látex, PVC y neopreno muy rápidamente (en cuestión de segundos),
siendo absorbido a continuación por la piel, por lo que la mayoría de guantes usados en
laboratorio no proporcionan una protección adecuada ante este compuesto. La
única opción viable y segura para manipularlo es el uso de guantes laminados, y
sobre estos una cobertura de neopreno de manga alta.
La toxicidad del dimetilmercurio queda
bien remarcada por el hecho de que la conocida química Karen Wetterhahn murió
tras derramar unas gotas de este compuesto sobre sus manos protegidas por
guantes de látex. ((CH3)2Hg) es
un compuesto organometálico del
mercurio. A temperatura ambiente se encuentra en estado líquido, es inflamable,
incoloro, y además una de las neurotoxinas más potentes conocidas. Se
le describe con un leve olor dulce, aunque inhalar una cantidad de vapores tal
que se apreciara, sería exponerse en exceso a los efectos de este compuesto.
Es extremadamente peligroso, ya que en
seres humanos, una absorción del orden de 0,001 mL tiene consecuencias fatales.
Posee una presión de vapor especialmente
alta, lo que significa que un pequeño derrame puede poner en peligro a
cualquier persona que se encuentre expuesto a sus vapores.
El dimetilmercurio atraviesa con mucha facilidad la barrera
hematoencefálica, probablemente gracias a la formación de complejos
con la cisteina, y el proceso de
eliminación por parte del organismo es muy lento, por lo que tiende a
bioacumularse. Los síntomas de envenenamiento de mercurio suelen aparecer
cuando es demasiado tarde para aplicar un tratamiento efectivo.
La toxicidad del dimetilmercurio queda bien
remarcada por el hecho de que la conocida química Karen Wetterhahn murió tras
derramar unas gotas de este compuesto sobre sus manos protegidas por guantes de látex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario