La BARBARIE ESTABA NATURALIZADA: En
Roma no se decía que un ciudadano ha tenido un hijo ,sino mas bien se decía lo
toma o lo acoge.
El recién nacido era depositado en el suelo por la madrona y el padre lo levantaba
del suelo para tomarlo en sus brazos y manifestar así que lo reconocía como
hijo y se comprometía a su crianza y educación.
De lo
contrario si no lo recogía del suelo, ese bebé era depositado en un basurero,
en las letrinas o en un rincón de la calle a merced de que lo recoja quien
quiera o muriera de hambre o atacado por los animales.
El
infanticidio del hijo de una esclava también era admitido como normal y la
decisión de aceptarlo o no, correspondía al amo de la esclava.
Los
padres romanos no tenían la obligación ni moral ni jurídica de aceptar todos
los hijos nacidos del matrimonio.
Por
otro lado , en la ciudad delante del templo de la Pietas, estaba la columna
lactaria; a sus pies eran depositados los niños abandonados, que eran recogidos
con el único fin de explotarlos como esclavos, mendigos o prostituirlos si eran
niñas.
A los
nacidos con malformaciones, se les ahogaba ; así como también a los hijos de
una hija que hubiera quedado embarazada siendo soltera o violada.
Pero
sobre todo, el abandono de hijos legítimos se debía a la miseria de unos y a la
política matrimonial de otros.
Los
ciudadanos pobres también abandonaban a los hijos que no podían criar y
alimentar.
En
algunos casos la madre a espaldas de su marido, confiaba su hijo a unos vecinos
o a unos subordinados que lo criaban en secreto, más tarde se convertía en un
esclavo y eventualmente en un liberto de sus educadores.
Un
marido que sospechase que su mujer le había sido infiel, podía exponer al hijo
que cree adulterino. Es decir , era dificil que sobrevivieran pues estaban
expuestos al hambre, a la intemperie y al ataque de los perros callejeros o las
aves.
En
las provincias orientales, los campesinos se repartían los vástagos; si un
matrimonio tenía cuatro hijos, y no podía alimentar a más, si la mujer quedaba
embarazada, al nacer se lo entregaban a familias amigas, que gustosamente
acogían a esos futuros trabajadores y los consideraban hijos suyos.
Los
juristas no eran capaces de decidir si esos hijos eran libres o habían pasado a
ser esclavos de quienes los criaban
Los
bastardos adoptaban el nombre de su madre y no existían ni la legitimación ni
el reconocimiento de la paternidad; olvidados por su padre, no tenían ningún
papel social ni político en la aristocracia romana.
La
adopción en Roma cumplía con una doble función social: evitaba que una familia
careciese de descendencia y también era una manera de adquirir un estatus
social.
Las
adopciones y el ascenso social de algunos libertos compensaban la reproducción
natural.
El
aborto y los anticonceptivos eran prácticas usuales en Roma y si la madre
decidía abortar, no se le daba importancia y se hacía sin más.
Fuente : Memoria Académica-
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