SOCIEDAD Y CULTURA - BUENOS AIRES - ARGENTINA *Editor responsable: Miguel Angel Figueiras Gimenez.
martes, 1 de octubre de 2024
LO QUE NOS IMPORTA: Los TRENES ARGENTINOS de cargas avanzan con otra obra clave para la logística del agro.
La empresa estatal Trenes Argentinos Cargas adjudicó el proyecto de obra
para mejorar 42 kilómetros de vías de la línea San Martín, en la zona de acceso
a los puertos del sur de Santa Fe.
En el marco de la Emergencia Ferroviaria, que se reconoció mediante el Decreto 525/2024 publicado
en el Boletín Oficial el pasado mes de junio, Trenes Argentinos Cargas (TAC) completó la adjudicación del mejoramiento de 42 kilómetros de vías
en la línea San Martín.
Según informaron desde el organismo, estas obras se realizarán en el sur
de la provincia de Santa Fe, zona donde se concentran los despachos de
productos agrícolas para exportación.
“Los trabajos
impactarán positivamente en la operación, ya que mejorarán los índices de
descarrilamiento en la zona y a su vez, permitirán aumentar la velocidad de circulación, lo que se
traduce en mayor rotación de vagones y más despachos”, agregaron.
De este modo, la licitación 18/2024 se divide en tres obras, todas en la
provincia de Santa Fe.
OBRAS PARA LOS TRENES ARGENTINOS DE CARGAS
El primer tramo, de 12 kilómetros, vincula Tarragona con Amenábar y ya había sido asignado a la firma
Construcciones Baufeld S.R.L.
Los dos restantes serán ejecutados por la firma Smith Molina SACIyA y
comprende las secciones que van de Santa Teresa a Pavón Arriba (también de 12 kilómetros) y el tramo Carreras – Alcorta, por una extensión de 18 kilómetros.
Las mejoras en las vías contemplan la incorporación de hasta 50% de los rieles nuevos, el recambio de fijaciones y durmientes,
nivelación de suelo y agregado de balasto. Además, se realizarán intervenciones
de todos los puentes, alcantarillas y pasos a nivel en los sectores antes
mencionados.
Cabe destacar que los productos
agroindustriales son los principales que opera la línea San Martín. Enel
transcurso de 2024 se han transportado hacia dichas terminales portuarias 1,65
millones de toneladas de granos, un 42% más en comparación al mismo período del
año pasado.
EL DATO: ¿Qué dice la ciencia médica de la virginidad? ¿Qué explicación nos ofrece?
En realidad la virginidad como término sí existe, lo que no existe es
ninguna constatación científica que la relacione con alguna parte del cuerpo
humano. Es más, en la RAE aparece definido
como “estado de virgen”. También es común la siguiente definición:
aquella persona que nunca ha tenido relaciones sexuales.
La expresión virginidad proviene de la palabra francesa virgine, cuya raíz latina significaba
‘doncella’/ ‘virgen’, en referencia a las jóvenes que nunca habían mantenido
relaciones sexuales. Curiosamente, la misma palabra hace
referencia en la religión católica a María, madre de Jesucristo, y que bien
podría aludir a su estado virginal.
Como en casi todos los aspectos sexuales que tienen que
ver con el género femenino, la virginidad, también llamada castidad, ha sido
motivo para el castigo y el juicio social. Pero no por vírgenes, sino al
contrario, por ejercitar la promiscuidad.
La idea de la virginidad se
remonta muchos siglos atrás y apareció como una forma de control para la
sexualidad de las mujeres.
Fue en el s. XVI cuando apareció una
relación directa entre el concepto de la virginidad y el cuerpo femenino:
el himen. El
origen no suscita demasiada fiabilidad, pero empecemos por el principio.
El himen como metáfora de la
virginidad.
Los constructos sociales en los que nos asentamos
las sociedades actuales son fruto de siglos de humanidad. Y la virginidad no se
libra de ello.
Ya en tiempos de la cultura clásica, la
virginidad estaba considerada como una virtud ligada a la pureza de las mujeres
bajo el nombre de partenía. Aunque en esas épocas la partenía no
implicaba ningún aspecto físico, sí requería de un compromiso prematrimonial y
otros conceptos algo más abstractos diluidos a día de hoy. Pero toda flor,
tiene su semilla y su germen, y la virginidad está demasiado relacionada con la
idealización de las diosas griegas y romanas, y demás culturas politeístas.
Con el avance de los años, las nuevas religiones monoteístas vieron
un gran filón en la virginidad, esta vez como forma de control de la sexualidad femenina, siempre tan perseguida.
En este caso, quisieron relacionarla a principios morales y éticos que para que
el arraigo en la sociedad fuera mayor, en un momento donde, sobre todo, la
religión católica, dominaba el mundo y los quehaceres mundanos de las
poblaciones.
No obstante, no fue hasta el s. XVI cuando,
por primera vez, la virginidad se relacionó de manera directa con el cuerpo de
la mujer. El responsable de ello: Andreas Vesalius, un famoso forense de la
época de lo que hoy conocemos como Países Bajos. Él mismo fue
el primero en realizar una de las descripciones más exactas de lo que es el
himen, aunque las connotaciones fueron distintas. Mientras
Vesaluis realizaba dos autopsias a dos jóvenes vírgenes, se dio cuenta de la
existencia de unos pequeños trozos de carne alrededor de sendas vaginas, lo que
le llevó afirmar que no todas las mujeres vírgenes tenían himen, pero que, sin
embargo, un himen intacto podría resultar prueba de la virginidad.
Unas afirmaciones que han llegado hasta nuestros días donde
seguimos creyendo el falso mito del himen y la virginidad. Y decimos falso
porque ningún avance tecnológico, forense o médico ha confirmado la existencia
de la relación entre virginidad e himen. No existe ningún estudio que asevere que el
himen se rompe con la primera relación sexual, ni mucho menos se trate de una
‘puerta’ de la vagina ni nada parecido. El himen existe como una parte más del cuerpo
femenino, pero nada tiene que ver con el constructo social de la castidad y la
pureza.
Para la comunidad científica es un gran reto desligar de
forma definitiva la virginidad con aspectos biológicos que nada tienen que ver. No solo por acabar con el falso mito de la castidad y
el himen, sino para proteger la salud física y mental de las mujeres, que
pueden verse afectadas de manera incorrecta. Por eso, debemos desterrar esta
idea del imaginario colectivo y, sobre todo, rearmar los nuevos constructivos
sociales que eliminen la virginidad en las mujeres.
ECOLOGÍA en ACCIÓN: Dispositivo de bajo consumo que usa energía solar para convertir el agua de mar en AGUA DULCE.
La desalación es esencial para muchas
naciones costeras e insulares, ya que permite el acceso al agua potable en
regiones donde la escasez de agua es una preocupación creciente. Con el aumento
acelerado de la población y el incremento del consumo global de agua, la
demanda de nuevas tecnologías para generar agua dulce es cada vez más urgente.
Investigadores de la Universidad de
Waterloo han diseñado un dispositivo energéticamente eficiente que produce agua
potable a partir de agua de mar utilizando un proceso de evaporación impulsado
principalmente por la energía solar.
Según el Informe Mundial de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2024, alrededor
de 2,2 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso
a agua limpia, lo que resalta la necesidad de soluciones tecnológicas
innovadoras que puedan suministrar agua dulce de manera sostenible.
Limitaciones
de los sistemas de desalación convencionales
Los sistemas actuales de desalación
suelen utilizar membranas para separar la sal del agua de mar. Sin embargo,
este proceso requiere grandes cantidades de energía y frecuentemente provoca la
acumulación de sal en la superficie de los dispositivos, lo que bloquea el flujo
de agua y disminuye la eficiencia. Debido a este fenómeno, los sistemas
necesitan mantenimiento frecuente y no pueden operar de manera continua.
Inspiración
en la naturaleza: La solución de Waterloo
Para superar estas limitaciones, los
investigadores de la Universidad de Waterloo se inspiraron en el ciclo natural
del agua, emulando el mecanismo por el cual los árboles transportan el agua
desde las raíces hasta las hojas. Han desarrollado un dispositivo que permite
la desalación continua sin necesidad de un mantenimiento intensivo. Este avance
ha sido publicado en la revista Nature Communications.
Según el
profesor Michael Tam, del Departamento de Ingeniería Química de Waterloo, el
sistema está basado en la observación de cómo la naturaleza sostiene el ciclo
del agua, permitiendo que el agua se evapore y se condense en un ciclo cerrado.
De esta manera, se evita la acumulación de sal que, en otros sistemas, reduce
la eficiencia.
Innovaciones
técnicas del dispositivo
El dispositivo es alimentado por
energía solar y tiene una tasa de conversión del 93%, cinco veces más eficiente
que los sistemas de desalación actuales. Además, puede producir
aproximadamente 20 litros de agua potable por metro cuadrado al día,
cantidad que coincide con la recomendación de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) para satisfacer las necesidades básicas de consumo y
saneamiento de una persona.
Este innovador dispositivo está
fabricado con espuma de níquel recubierta con un polímero conductor y
partículas de polen termo-responsivas. Este material es capaz de absorber la
luz solar a lo largo de todo el espectro de radiación solar, transformando la
energía del sol en calor. Una fina capa de agua salada sobre el polímero se
calienta y es transportada hacia arriba, replicando el proceso de capilaridad
que ocurre en los árboles.
A medida que el agua se evapora, la
sal restante se desplaza hacia la capa inferior del dispositivo, en un proceso
similar al contralavado en las piscinas, lo que evita el bloqueo del flujo de
agua y permite un funcionamiento continuo.
Beneficios
y Futuro del dispositivo
El profesor Yuning Li, también del
Departamento de Ingeniería Química de Waterloo, destacó que el dispositivo es
no solo eficiente, sino también portátil, lo que lo convierte en una
herramienta ideal para su uso en regiones remotas donde el acceso a agua
potable es limitado. Esta tecnología ofrece una solución sostenible a la crisis
emergente del agua.
En el futuro,
los investigadores planean construir un prototipo que pueda ser desplegado en
el mar para probar la tecnología a mayor escala. Si las pruebas resultan
exitosas, el dispositivo podría suministrar agua potable de manera sostenible a
las comunidades costeras, contribuyendo al logro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, particularmente en las áreas de salud
(ODS 3), acceso al agua (ODS 6), reducción de desigualdades (ODS 10) y
producción y consumo responsables (ODS 12).
Este desarrollo
resalta cómo la investigación científica y la innovación tecnológica, inspirada
en los procesos naturales, pueden ofrecer soluciones tangibles a los problemas
más apremiantes de nuestra era, alineándose con los esfuerzos globales para
garantizar un futuro más sostenible y equitativo.