BMW ha estado trabajando en el
desarrollo de vehículos con celdas de combustible de hidrógeno, liderado por
Jürgen Guldner, quien ha impulsado esta tecnología dentro de la empresa. La
marca alemana planea lanzar una pequeña serie de SUV eléctricos impulsados por
hidrógeno y espera que, con el tiempo, esta tecnología se utilice a una escala
aún mayor. En una entrevista reciente, Guldner compartió detalles sobre los
planes de la compañía y el futuro de los vehículos de hidrógeno.
El
momento adecuado para el hidrógeno
Durante años, la tecnología de los
vehículos con hidrógeno no había sido viable debido a la falta de
infraestructura, como estaciones de recarga de hidrógeno. «Hasta ahora, no
era el momento adecuado para esta tecnología«, explicó Guldner. Sin
embargo, la situación parece estar cambiando. BMW prevé que hacia el final de
la década la infraestructura necesaria para los vehículos de hidrógeno habrá
crecido significativamente. Además, la empresa busca ofrecer una opción a
aquellas personas para quienes los vehículos eléctricos de batería no son la
solución ideal.
El principal atractivo de los
vehículos de hidrógeno es su capacidad para recargarse en pocos minutos, de
manera similar a los coches con motor de combustión interna, como los de
gasolina o diésel. No obstante, hasta la fecha, las estaciones de hidrógeno son
escasas y los vehículos equipados con esta tecnología son costosos y menos
eficientes que los eléctricos puros. A pesar de esto, BMW cree que el hidrógeno
tiene un papel crucial en el futuro de la movilidad sostenible.
Hidrógeno
como alternativa en grandes ciudades
Guldner destacó que en grandes
ciudades como Nueva York, donde millones de propietarios de automóviles no
tienen garaje, cargar vehículos eléctricos es un desafío debido a la escasez de
espacios de estacionamiento. Lo mismo ocurre en otras grandes urbes como Tokio.
Además, muchas personas recorren largas distancias diariamente y no tienen la
posibilidad de realizar múltiples recargas en el camino. Para este tipo de
usuarios, los vehículos de hidrógeno podrían ser una alternativa atractiva, ya
que combinan la facilidad de recarga rápida con los beneficios de un coche
eléctrico: una aceleración potente, conducción silenciosa y cero emisiones
locales.
Un
segundo pilar de la movilidad climáticamente neutra
Cuando se le preguntó si los
vehículos de hidrógeno son superiores a los eléctricos de batería, Guldner fue
claro al afirmar que no se trata de que uno sea mejor que el otro. Según él,
los vehículos con celdas de combustible de hidrógeno representan un «segundo
pilar» para lograr la movilidad climáticamente neutra. La estrategia de BMW no
es forzar un cambio de comportamiento en los consumidores, sino ofrecerles
opciones que se adapten a sus necesidades y preferencias.
En cuanto a la infraestructura de
recarga, Guldner mencionó que en Alemania ya es posible moverse libremente con
un coche de hidrógeno, y que en Estados Unidos se están planificando centros de
hidrógeno que se conectarán progresivamente. Además, la Unión Europea ha
anunciado la construcción de una red básica de estaciones de hidrógeno para
2030, lo que facilitará la adopción de esta tecnología.
El
papel del hidrógeno en la transición energética
BMW no solo ve el hidrógeno como una
opción viable para los vehículos de pasajeros, sino que también cree que será
crucial para el transporte de mercancías. El sector del transporte pesado, como
camiones y autobuses, puede beneficiarse enormemente del uso de celdas de
combustible, lo que también ayudará a reducir los costos de producción de esta
tecnología. Guldner subrayó que es un error centrarse exclusivamente en los
vehículos eléctricos de batería debido a su mayor eficiencia energética, ya que
no todas las personas tienen las condiciones ideales para utilizarlos.
Según Guldner, para que la transición
energética sea exitosa, el hidrógeno debe desempeñar un papel clave. A medida
que se desarrolle la economía del hidrógeno, los costos asociados disminuirán
significativamente. BMW tiene como objetivo que los precios de los vehículos de
hidrógeno sean comparables a los de los vehículos eléctricos de batería en el
futuro. Además, las celdas de combustible son menos dependientes de los precios
de los recursos críticos, ya que, a diferencia de las baterías, no requieren
grandes cantidades de materiales como el litio o el cobalto.
El
futuro de los modelos de hidrógeno
Aunque BMW aún no ha decidido qué
modelo será el primero en utilizar esta tecnología en serie, Guldner confirmó
que no se desarrollará un modelo exclusivo de hidrógeno. En cambio, los
clientes podrán elegir entre diferentes tipos de motorización para un mismo
modelo, ya sea batería eléctrica, hidrógeno, híbrido enchufable o incluso motor
de combustión interna. Guldner concluyó expresando su confianza en que ahora es
el momento adecuado para llevar la tecnología de hidrógeno a la producción en
serie: «Llevamos 45 años desarrollando vehículos de hidrógeno y estamos
convencidos de que ahora es el momento de dar este paso. El resto lo dirá el
futuro«.
Contexto
y perspectiva para la sostenibilidad
La apuesta por el hidrógeno no solo
responde a la necesidad de diversificar las opciones de movilidad sostenible,
sino también al creciente compromiso de las empresas con la reducción de
emisiones de carbono. En el contexto de la crisis climática, tecnologías como
las celdas de combustible de hidrógeno pueden desempeñar un papel clave en
sectores donde los vehículos eléctricos de batería no son la solución más
adecuada. Esto incluye no solo el transporte de larga distancia, sino también
aplicaciones industriales y comerciales.
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