En agosto, el gobierno chino reconoció oficialmente al
obispo Melchior Shi Hongzhen, de 95 años y ex obispo clandestino. El Vaticano
calificó este reconocimiento como un “fruto positivo del diálogo” con Pekín.
El Vaticano anunció este martes que ha
renovado su acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos católicos por
cuatro años más.
La renovación
se produce días después de que un informe del
Instituto Hudson detallara cómo siete obispos
católicos en China han sido detenidos sin el debido
proceso, mientras que otros obispos han experimentado intensa presión,
vigilancia e investigaciones policiales desde que se firmó por primera vez el
acuerdo Vaticano – China en 2018, hace seis años.
Con la prórroga, el acuerdo
chino-vaticano permanecerá vigente hasta el 22 de octubre de 2028.
El comunicado del Vaticano, publicado en italiano, inglés y
chino, señala que “la parte Vaticana permanece con la intención de proseguir el
diálogo respetuoso y constructivo con la parte china, para el desarrollo de las
relaciones bilaterales en vistas al bien de la Iglesia Católica en el país y de
todo el pueblo chino”.
El texto precisa además que ambas partes acordaron extender el
acuerdo provisional luego de “consultas y valoraciones oportunas”.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China,
Lin Jian, también confirmó la extensión y señaló que las dos partes mantendrán
"contacto y diálogo siguiendo un espíritu constructivo", informa
Associated Press.
Firmado originalmente en
septiembre de 2018, el acuerdo provisional fue renovado previamente por un
período de dos años en 2020 y nuevamente en octubre de 2022.
Los términos del acuerdo no se han hecho públicos aunque el Papa
Francisco dijo en 2023 que incluye una comisión
conjunta entre el gobierno chino y el Vaticano para el
nombramiento de obispos católicos, supervisada por el Secretario de Estado del
Vaticano, Cardenal Pietro Parolin.
El diálogo del Vaticano y China no siempre ha sido fluido. La
Santa Sede ha reconocido que China violó los
términos del acuerdo al designar unilateralmente obispos
católicos en Shanghái y en la “diócesis de Jiangxi”, una gran jurisdicción
eclesiástica creada por el gobierno chino que no está reconocida por el
Vaticano.
El Papa
Francisco expresó su satisfacción por el diálogo en curso con China durante una
conferencia de prensa en septiembre. Sin embargo, el ministro de Asuntos
Exteriores del Vaticano, el arzobispo Paul Richard Gallagher, ha sido más
cauto, al señalar que “no es el mejor
acuerdo posible” y destacando los esfuerzos en curso para
mejorar su implementación.
Desde 2018, “unos 10 obispos” han sido nombrados y consagrados
según los términos del acuerdo entre China y el Vaticano, según señala Vatican
News.
De acuerdo a Asia News, este viernes se instalará un nuevo obispo
coadjutor de Pekín, en acuerdo con el Vaticano. El obispo
coadjutor sería sólo cinco años más joven que el actual arzobispo de Pekín,
Joseph Li Shan (59), a quien todavía le faltan más de 15 años para alcanzar la
edad de jubilación habitual (75) de los obispos católicos.
De acuerdo
a un informe
reciente de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad
Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), funcionarios
chinos habrían ordenado el retiro de las cruces de las iglesias y habrían
sustituido las imágenes de Cristo y de la Virgen María por imágenes del
presidente Xi Jinping.
La USCIRF también informa que la campaña de “sinización de la
religión” del Partido Comunista Chino (PCCh) ha llevado a censurar textos
religiosos, ha obligado al clero a predicar la ideología del PCCh y ha exigido
la exhibición de lemas del PCCh en las iglesias.
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