domingo, 1 de diciembre de 2024

LEYENDAS ARGENTINAS: Hoy “Leyenda de las Cataratas del Iguazú”


 

La historia se remonta siglos atrás, cuando en el Río Iguazú habitaba una serpiente gigante y malvada llamada Boi. Era tanta la maldad de esta serpiente, que le exigía a la comunidad indígena una ofrenda por año, y esta se trataba ni más ni menos que el sacrificio de una doncella arrojándola al río para que Boi no lanzara sus maldiciones. Claro que las tribus cumplían a rajatabla cada pedido de esta serpiente con tal de no hacerla enojar.

 


Tarobá. El cacique que se reveló contra Boi

Cada vez que se realizaba el ritual se convocaba a todas las tribus de la zona pero un año sucedió algo que iba a cambiar el curso de la historia para siempre.






Un joven cacique llamado Tarobá llegó al frente de su tribu para presenciar el ritual y, cuando conoció a la bella doncella que iba a ser sacrificada, se enamoró perdidamente. Así fue que Tarobá se reveló contra los ancianos de la tribu para tratar de convencerlos de que no sacrificaran a Naipí, la doncella, pero todos sus esfuerzos fueron en vano.



Naipí. La doncella que cautivó a Tarobá

La noche anterior al sacrificio, Tarobá decidió raptar a Naipí para escapar juntos. Navegaron por el río Iguazú con la canoa de Tarobá hasta que la serpiente Boi se enteró de lo sucedido.



Envuelta por un ataque de ira, la serpiente salió a buscarlos por su cauce de aguas caudalosas, hasta que finalmente los descubrió y cuando estuvo cerca, con total sigilo, encorvó su lomo y asestó un golpe estruendoso al río, con tanta fuerza que partió el río en dos. De esa manera se formaron las Cataratas, que terminaron atrapando a los enamorados.



Como si eso no fuese poco, la serpiente decidió separarlos para siempre. Boi convirtió a Tarobá en un árbol, justo encima de las cataratas y la caída de las aguas representan la cabellera de Naipí. Tras este suceso, la serpiente Boi (Diosa del río Iguazú) volvió a sumergirse en la Garganta del Diablo, como es llamada la parte baja de las cataratas, y desde ahí vigila que los amantes no vuelvan a unirse jamás.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario