miércoles, 18 de diciembre de 2024

NUESTRA FAUNA: La población reintroducida de oso hormiguero gigante crece y se consolida en Iberá, Corrientes.

 

La mayoría de los osos hormigueros gigantes nacen durante los meses de invierno. La nueva generación de este año seguirá contribuyendo a la recuperación de su especie, tras cuarenta años de extinción en Corrientes. Hoy, el oso hormiguero gigante habita en la mayor parte de Iberá y ya se lo registra en los alrededores de localidades alejadas a cientos de kilómetros, como Goya o Empedrado.



El oso hormiguero gigante fue perseguido en muchas zonas de su distribución hasta su extinción. La alteración de los ambientes que habitaba también contribuyó a su retracción. La provincia de Corrientes no fue la excepción y el yurumí (en guaraní “boca chica”) desapareció de todo su territorio hace unos cuarenta a cincuenta años. Con el objetivo de traerlo de vuelta, el Gobierno correntino y Fundación Rewilding Argentina comenzaron, en el año 2007, un proyecto para reintroducirlo en los Esteros del Iberá, el primero de una serie de proyectos que busca devolverle a los ecosistemas de Iberá y Corrientes sus especies desaparecidas y, con ellas, la funcionalidad y salud perdidas.



El del oso hormiguero gigante fue, además, el primer proyecto de reintroducción de esta especie a nivel mundial. Traerlo de vuelta implicó realizar acciones que nunca antes se habían llevado adelante: manejar animales en cuarentenas y corrales de presuelta, transportar individuos desde otras provincias argentinas, monitorear intensivamente a los osos liberados utilizando telemetría y brindarles alimento hasta que pudieran encontrarlo por sus propios medios, entre otras. El trabajo se inició con la colaboración de numerosas organizaciones, gobiernos de distintas provincias de Argentina e investigadores argentinos y de otras partes del mundo, dando lugar a uno de los proyectos de reintroducción de especies más exitosos, reconocido incluso por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).



 

Los animales liberados en Iberá en el marco de este proyecto son mayormente huérfanos rescatados por los gobiernos de otras provincias del norte argentino, como Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Lamentablemente, los osos hormigueros siguen siendo cazados en algunas regiones argentinas, incluso hembras que llevan a sus crías en el lomo, las cuales a veces pueden ser rescatadas. Más de cien de estos ositos rescatados fueron rehabilitados y liberados en Iberá al cumplir el año de edad aproximadamente. Esos huérfanos y algunos adultos dieron origen a la población del humedal correntino.



Tras varios años de trabajo, que comenzó en 2007, se generaron poblaciones en cinco sectores: Laguna Iberá, San Alonso, San Nicolás, Carambola y Yerbalito. Sin embargo, los descendientes de los osos liberados han colonizado otros sitios de Iberá e incluso han dispersado y se han establecido en campos ganaderos y forestales vecinos, donde la especie también prospera gracias a la colaboración de sus propietarios. Más aun, ya se han registrado osos hormigueros en los alrededores de localidades como Empedrado o Goya, hasta a 200 kilómetros de los sitios de liberación.



El proyecto de reintroducción del oso hormiguero gigante es una historia de éxito para la conservación. También para la prosperidad de centenares de familias correntinas que viven en los alrededores de Iberá y desarrollan su economía a partir del turismo de naturaleza basado en la observación de fauna. El oso hormiguero gigante hoy se abre paso nuevamente en diversos rincones de la provincia de donde había desaparecido, y nos demuestra que la estrategia de restauración conocida como rewilding resulta fundamental para restaurar los ecosistemas naturales, una necesidad imperiosa para poder seguir habitando este planeta.

 

El oso hormiguero gigante es el más grande de todos los edentados, un grupo de mamíferos que incluye también a los perezosos y armadillos (tatúes, mulitas y afines). Todos tienen una apariencia singular y el oso hormiguero gigante no es la excepción: carece de dientes y porta un hocico y lengua extremadamente largos y finos, una boca diminuta, poderosas garras que utiliza para romper los hormigueros y termiteros, y una enorme cola que le sirve para protegerse de las temperaturas extremas.

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