Desde tiempos inmemoriales, las mujeres
han demostrado una habilidad especial para soplar más velas en sus cumpleaños
que los hombres. Esta tendencia sigue vigente en la actualidad, con datos que
confirman su superioridad en términos de longevidad. Pero, ¿a qué se debe esta
diferencia? Acompáñanos en este recorrido informativo (y con un toque de humor)
para descubrir las razones detrás de la mayor esperanza de vida de las mujeres.
La brecha de la longevidad: datos que
hablan por sí solos
A nivel global, las mujeres viven más
que los hombres. En muchos países, la diferencia
en la esperanza de vida supera los cinco años. Este patrón se repite en
prácticamente todas las regiones del mundo, lo que indica que no es una simple
coincidencia, sino una tendencia respaldada por múltiples factores.
El promedio de la esperanza de vida
de las mujeres es de aproximadamente 80 años, en comparación con alrededor de
75 años para los hombres.
Este
patrón se mantiene sin importar dónde vivan las mujeres, cuánto dinero ganen o
muchos otros factores. De hecho, también se observa en la mayoría de los
mamíferos.
"Es un fenómeno muy sólido en todo
el mundo, que se mantiene en enfermedades, hambrunas, epidemias e incluso en
tiempos de inanición", dijo la Dra. Dena Dubal, profesora de neurología en
la Universidad de California, San Francisco, en una nota del NYT.
Sin embargo, el hecho de que sobrevivan a los hombres no
significa necesariamente que vivan mejor. Las mujeres tienden a tener una "esperanza de
salud" más corta (el número de años que una persona vive con buena salud)
en comparación con los hombres, explicó Bérénice Benayoun, profesora asociada
en la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la U.S.C.
En la vejez, las mujeres suelen ser más
frágiles físicamente que los hombres y son más vulnerables, especialmente
después de la menopausia, a desarrollar enfermedades cardiovasculares y
Alzheimer. Esto se debe en parte a que la edad en sí misma es un factor de
riesgo para estas afecciones, señaló la Dra. Benayoun.
¿Por qué las mujeres viven más? Una
mezcla de genética, hormonas y decisiones inteligentes
Genética favorable: Las mujeres tienen dos cromosomas X, lo que les otorga una ventaja
biológica. Si un gen defectuoso está presente en un cromosoma, el otro puede
compensarlo, reduciendo la incidencia de ciertas enfermedades.
Hormonas protectoras: El estrógeno, la hormona femenina por excelencia, tiene
propiedades cardioprotectoras. Ayuda a mantener las arterias flexibles y reduce
el riesgo de enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de
muerte en los hombres.
Sistema inmunológico más fuerte: Las mujeres suelen tener respuestas inmunológicas más robustas, lo
que las hace más resistentes a infecciones y enfermedades. Aunque esto también
aumenta el riesgo de padecer trastornos autoinmunes, en general, su sistema
inmunológico es más eficiente.
Menos comportamientos de riesgo: No es un mito: los hombres, en promedio, asumen más riesgos. Desde
conducir a altas velocidades hasta practicar deportes extremos o incluso evitar
ir al médico por orgullo, estas decisiones tienen un impacto en su longevidad.
Factores sociales y conductuales
Más allá de las diferencias biológicas,
los factores sociales y de comportamiento también juegan un papel crucial. Las
mujeres suelen buscar más apoyo social y médico, lo que les permite detectar
enfermedades a tiempo y recibir tratamiento adecuado. En contraste, los
hombres, influenciados por normas de género tradicionales, tienden a evitar
consultas médicas, lo que puede derivar en diagnósticos tardíos y peores
resultados de salud.
Conclusión: Celebrando la longevidad
femenina
La combinación de genética, hormonas y
decisiones más prudentes otorga a las mujeres una ventaja en términos de
esperanza de vida. Sin embargo, los hombres pueden tomar nota y adoptar algunas
estrategias femeninas para vivir más tiempo: hacerse chequeos médicos con
regularidad, evitar conductas de riesgo innecesarias y, quizás, aprender a no
abrir frascos imposibles de enroscar con los dientes.
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