Al aprovechar residuos o subproductos de la agroindustria
para reducir costos y sostener la producción de carne o leche, los residuos de
madera —empleados como sustitutos parciales de la fuente fibrosa— constituyen
una alternativa válida, sobre todo en zonas con aserraderos próximos al campo ganadero.
La composición química del aserrín o
la viruta, sin tratamiento previo, varía según la especie arbórea. En términos
generales los niveles son: 40-70% de materia seca, 2-4% de proteína bruta y
30-35% de digestibilidad de la MS; incluso la corteza de pino puede llegar a
±64% de digestibilidad y presentar mayores contenidos de proteína.
Una característica importante, común
a la mayoría de las especies, son los porcentajes bajos a medios de fibra:
37-50% de fibra detergente neutra (FDN) y 33-40% de fibra detergente ácida. El
nivel de FDN es similar al que se logra en un “buen” silaje de planta entera de
maíz.
Para mejorar la digestibilidad (del 30-35 al 40-45%) es
preciso reducir los niveles de lignina. Una técnica tradicional consiste en
tratar el aserrín con urea o amoníaco (amonificación) y molerlo a partículas
finas. Hendri kumbang – Shutterstock
Además, de la madera se extraen,
mediante agua, disolventes orgánicos, vapor y presión mecánica, pequeñas
fracciones de azúcares solubles, almidón, proteínas, compuestos fenólicos
(taninos y saponinas), grasas, alcoholes y resinas.
La fracción fibrosa está compuesta
por 50-55% de celulosa, 20-30% de hemicelulosa y 15-35% de lignina. Esta última
reduce la digestibilidad del aserrín. Hasta ahora, los mejores resultados se
han observado con maderas de álamo y pino.
Para incrementar la digestibilidad
(del 30-35 al 40-45%) es necesario disminuir la lignina. Una técnica antigua es
la amonificación: aplicar urea o amoníaco y moler el aserrín en partículas
pequeñas para que el amoníaco actúe, rompiendo enlaces químicos (hidólisis) y
solubilizando la celulosa.
Habría dos técnicas de amonificación:
una consiste en aplicar seis kilos de urea diluida en 30 litros de agua por
cada 100 kg de viruta o aserrín, almacenando el material en silo bolsa
(anaerobiosis) durante 30 días a temperatura ambiente.
En un estudio se evaluó aserrín de pino y álamo,
sustituyendo un 10% de materia seca (MS) del pasto Gatton panic (Panicum
maximun) en dietas para vacas y toros de carne. En este trabajo se obtuvieron
ganancias de peso, consumos y eficiencias de conversión similares con ambas
alternativas (con o sin aserrín). Ingward – Shutterstock
Otra técnica, mucho más simple, es emplear un aditivo
líquido rico en energía, proteína y minerales que contiene hasta 10% de
urea. Este aditivo, comercialmente disponible, además de reducir lignina y
mejorar digestibilidad, actúa como endulzante (atrayente), humedece y
homogeneiza la mezcla, incrementando el consumo del material.
A continuación, presentamos varios
trabajos experimentales
Aserrín de pino y álamo en la
alimentación de rumiantes. En un estudio se evaluó el aserrín de pino y álamo
sustituyendo un 10% de materia seca (MS) del pasto Gatton panic (Panicum
maximun) en dietas para vacas y toros para carne.
En ese trabajo se registraron
ganancias de peso, consumos y eficiencias de conversión similares con y sin
aserrín. Sin embargo, al elevar la inclusión al 15% se redujo la ganancia de
peso y los animales consumieron algo menos que los alimentados exclusivamente
con Gatton panic. Los mejores resultados se obtuvieron con aserrín molido
grueso frente al molido fino.
Aserrín de álamo para el ganado
lechero. En vacas lecheras se ha demostrado que el aserrín de álamo puede
reemplazar entre 10 y 30% de la fracción fibrosa de una dieta convencional.
El 10% de reemplazo es adecuado para
vacas que producen ±20 litros de leche por día, mientras que el 30% resulta
apropiado para vacas al final de la lactancia y vacas secas (60 días previos al
parto), ya que reduce el consumo de energía y evita el sobreengrasamiento no
deseado. Las vacas que consumieron aserrín de álamo mantuvieron un nivel normal
de grasa en la leche.
Engorde de borregos con aserrín de
pino, de Cándido Enrique Guerra Medina (Universidad de
Guadalajara, México). En ese trabajo se empleó aserrín de pino reemplazando
hasta 30% de rastrojo de maíz, como fuente fibrosa.
Se compararon dos dietas: una con 30%
de aserrín de pino y otra con 30% de rastrojo de maíz. Ambas contenían además
38% de grano de maíz, 10% de harina de soja, 10% de rollos de alfalfa, 10% de
urea y 2% de sales minerales. El tratamiento con aserrín alcanzó una ganancia
diaria de 246 g/día, frente a 203 g/día para el tratamiento con rastrojo de
maíz.
Los residuos de madera (aserrín o
viruta), especialmente de álamo y pino, sin amonificación, pueden utilizarse
como reemplazo parcial de la fibra en dietas de rumiantes, en un rango
aproximado de 15 a 30% de la materia seca de la dieta, según la especie arbórea
y el tipo de ganado (leche o carne) u ovino. En casos puntuales se podría
aumentar ese porcentaje.
Si se aplica un tratamiento químico
(amonificación) se pueden mejorar los parámetros bioquímicos y nutricionales.
Es necesario generar más información en Argentina; por ello conviene realizar
más trabajos al respecto.
Fuente: Doctor en Ciencias
Veterinarias, especializado en Nutrición Animal, director ejecutivo de la
Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche).
afmayer56@yahoo.com.ar //resalancursos@gmail.com. www.nutriciondebovinos.ar



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