lunes, 4 de enero de 2016

Costumbres argentinas de Fin de Año: Arbolito de Navidad, Pan dulce, Chocolates y turrones, Cartas a Papa Noel, Bridar, Pesebres vivientes, Fuegos artificiales y Bombachitas rosas.

Para evitar el gasto de arbolitos de navidad se esta utilizando mucho decorara un árbol del jardín o en maseta, que cada año es distinto
porque crece.

Lo que mecánicamente hacemos las ultimas décadas: La fecha oficial para armar el árbol de Navidad es el 8 de diciembre. El arbolito es casi siempre artificial y se decora con luces de colores, esferas y otros adornos. Muchas familias cristianas también colocan un pesebre, o escena del nacimiento de Jesús. Además, en las iglesias suele haber pesebres vivientes durante toda la semana de Navidad. 

Papá Noel es una de las figuras destacadas. Según la tradición, llega en un trineo tirado por renos desde el Polo Norte. Es una costumbre pedir a los chicos que con cierta anticipación le escriban una carta pidiéndole qué quieren recibir de regalo. El 24 a la noche estos regalos son puestos bajo el árbol de Navidad y se abren después de las 12 de la noche. Los adultos también reciben algo. A veces también los regalos se dejan durante la noche para que los chicos los abran el 25 a la mañana. En particular si en la casa hay chicos que creen en Papá Noel. 
Todo chocolates, turrones y pan dulce fueron costumbres traídas por los inmigrantes que vivían en lugares muy fríos de Europa,
 pero en nuestro país hace mucho calor para estas fechas

Una tradición muy extendida es que las mujeres se regalan entre sí, o dan como obsequio a mujeres solteras (principalmente) una bombacha color rosa en Navidad para que sea usada en año nuevo. Esto se hace para atraer la buena suerte y empezar el año con la mejor onda. 
La Nochebuena, o la noche del 24 de diciembre, por lo general es una fiesta que comparte toda la familia, incluyendo tíos, primos, abuelos y demás parientes. Como las fiestas caen en verano, se preparan comidas frías porque son días de mucho calor. Sin embargo, como en el país hay una gran cantidad de inmigrantes y descendientes de inmigrantes, todavía quedan algunas tradiciones europeas, como comer nueces, turrones, o pan dulce. 
Cada familia argentina tiene su propio menú

El turrón es una tableta de caramelo o miel y frutos secos como maní o almendras y proviene de la tradición árabe. El pan dulce es un pan alto en forma de cúpula, relleno con pasas y frutas abrillantadas o trozos de chocolate, que se come en toda la época de las fiestas. 
Lo mas importante es que la familia cada año se una mas
y festejen desde niños a abuelos, todos juntos.

La Navidad se recibe a las 12 de la noche con un brindis y en las ciudades comienza el estruendo de cohetes y las luces de los fuegos artificiales. Los chicos jóvenes salen a bailar en la madrugada del 25 y también del 1 de enero. Los boliches bailables abren y comienzan a llenarse alrededor de las 3 de la mañana. 
El día de Navidad, el 25 al mediodía o a la noche, también se hace una comida especial en la casa o se visita otra parte de la familia que no se vio en la nochebuena. 
Nuevos elementos comerciales se han presentado los últimos años
para saquear el bolsillo del pueblo.


La fiesta de la Noche Vieja, o el 31 de diciembre, puede ser familiar o una reunión de amigos. El menú quizás es más simple y por lo general comprende platos fríos o asados. En las casas todavía se mantiene el arbolito de Navidad decorado y encendido, junto con otros adornos o decoraciones navideñas. También sigue presente el pan dulce. El Año Nuevo comienza con un brindis y más cohetes y fuegos artificiales que en Navidad. Se espera la cuenta regresiva hacia la medianoche por televisión o sólo mirando el reloj. Algunas personas siguen la tradición de las 12 uvas, o de comer lentejas, o vestirse de blanco. Según el primer ritual se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. Las lentejas dicen que traen abundancia y el color blanco significa también buena fortuna y renovación. También en algunos lugares se acostumbra hacer grandes muñecos que son quemados en la calle junto a los vecinos, para dejar atrás lo viejo o lo que no se quiere más y recibir el año. 
Es fundamental que los adultos guíen a los niños y adolescentes a una Navidadlibre de presiones comerciales, lo importante es el sentimiento de estas festividades, Amor, Paz, Perdón, Reconciliación y Felicidad. 

Por último en el calendario de celebraciones llegan los Reyes Magos, el 6 de enero. También este es el día oficial en que se desarma (por la tarde) el árbol de Navidad. Esta es una fiesta para los más chicos, que también reciben juguetes como regalo ese día. Según la tradición, hay que colocar un par de zapatos en la ventana para que los Reyes dejen sobre ellos un obsequio. Muchos chicos también les dejan agua y pasto para los camellos. Este día se come la rosca de Reyes, que es una masa dulce en forma de corona y tradicionalmente se considera el fin de las fiestas. 

La otra cara de las fiestas de Navidad y Año Nuevo: Cientos de familias no pueden acceder a las compras de estas festividades, sabemos que en el hoy de Argentina y gran parte del mundo es un hecho netamente comercial al que año tras año se le agregan elementos festivos y juguetes para esquilmara a las familias que también olvidaron que una fiesta para el regocijo espíritu y no para el libertinaje ya sin sentido que hoy vivimos. 

Lo cierto es que en Argentina centenares de voluntarios, en forma anónima, suelen encarar para fin de año donaciones de ropa, dinero y juguetes. Pero la colaboración empezó a diversificarse en los últimos años: empresas y familias preparan cajas con alimentos, cenas navideñas y regalos, que luego se distribuyen en casi 4000 hogares pobres o de bajos recursos de todo el país.
Son muy saludables y producen mucha felicidad
las fiestas compartidas bajo los arboles,
donde el todopoderoso tiene su reino.


Deberíamos ser menos materialistas, pero los medios televisivos y las redes sociales terminan infectando con sus “OFERTAS NAVIDEÑAS”, a través de los hijos pequeños a la familia que se vuelve consumista sin apreciar el amor familiar que es el núcleo fundamental de cualquier sociedad del mundo.

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