martes, 26 de julio de 2016

El pueblo argentino velo a Eva Duarte durante 15 días, se apago como una vela, lentamente, un día como hoy de 1952. Hoy la recordamos desde la poesía.

Eva Duarte de Perón murió el 26 de julio de 1952. Tenía treinta y tres años y desde hacía por lo menos dos años padecía un cáncer que se había iniciado en la matriz para luego ramificarse por todo el cuerpo. Cuando murió pesaba menos de 38 kilos.


Evita, amada y odiada  con la misma intensidad, así recuerdan los historiadores ese día: El deceso de Evita se produjo un sábado de frío y llovizna. Esa misma noche, la ciudad Buenos Aires apagó sus luces. Los teatros y los cines levantaron sus funciones y los grandes comedores bajaron sus persianas. En principio se pensó en una jornada de luto de no más de tres días, pero luego se decidió prolongarla hasta el 11 de agosto, fecha en que los restos, convenientemente preparados por el doctor Pedro Ara, fueron trasladados al edificio de la CGT de calle Azopardo. Durante tres fines de semana la actividad pública estuvo prácticamente paralizada. 

Se suspendieron los partidos de fútbol, las carreras de caballos y los bailes. La única actividad pública permitida fue la proyección de una película frente al obelisco. “Eva Perón, eterna en el alma del pueblo”. 

1 comentario:

  1. Y pensar que muchos hablan mal de ella. Será que el Demonio anda suelto?
    Viva Evita ��������

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