lunes, 1 de junio de 2020

EL COVID-19 es quien marca el ritmo, PERU: Hacer todo bien para que salga todo mal, ¿Qué paso?


Perú fue el primer país de la región en imponer la cuarentena (una de las más estrictas del mundo), cuando había menos de 100 casos, y esas medidas fueron alabadas por expertos epidemiólogos. También los economistas destacaron la rápida reacción del gobierno, que en marzo prometió un temprano plan de 26.400 millones de dólares (un 12% del PBI nacional) para mitigar los efectos del coronavirus. 


Pero lo que parecía la receta para el éxito contra la pandemia no evitó una tragedia que sigue en desarrollo: Perú es el segundo país de América Latina con más contagios confirmados (detrás de Brasil), el tercero con más muertes por la enfermedad (después de Brasil y México) y sus hospitales prácticamente no pueden recibir a más pacientes.

Si bien el presidente Martín Vizcarra ha asegurado que el país entró en la “meseta” de contagios, esta semana los balances continuaron arrojando nuevos récord diarios (con un total que bordea los 150 mil contagios y supera las 4.000 muertes) y se intensifica la carrera contra el tiempo para habilitar más camas de Cuidados Intensivos para los pacientes que las esperan por una oportunidad de sobrevivir.


En tanto, la sociedad muestra crecientes signos de hartazgo con el confinamiento, que incluye un toque de queda y se prevé como el más extenso del mundo tras ser extendido hasta el 30 de junio, pero es cada vez menos respetado por la ciudadanía: en los mercados de abastos se ve poco distanciamiento social entre las multitudes de compradores y los controles en las calles son más laxos, incluso antes de los nuevos permisos de circulación.

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